Por mandato del presidente Adolfo López Mateos, el primero de enero de 1962 se creó la tenencia vehicular.

La Ley de Ingresos de la Federación de ese año incluye el cobro de ese impuesto, al que se definió como de carácter emergente y temporal, pues su finalidad era únicamente ayudar al financiamiento de los Juegos Olímpicos de México en 1968.

Sin embargo, México formalizó su candidatura para organizar la justa olímpica hasta el 7 de diciembre de 1962, 11 meses después de que se creara la tenencia.

El argumento de López Mateos fue que ante la cercanía de las olimpiadas era necesario generar los espacios adecuados para la recepción, preparación y desempeño de los atletas que participarían en las distintas disciplinas deportivas.

Durante la discusión de la Ley de Ingresos de 1963, López Mateos presentó la Iniciativa de Ley del Impuesto sobre Tenencia o Uso de Automóviles, considerando que la experiencia del año había demostrado la conveniencia de conservar ese impuesto, el cual se prolongaría sólo hasta después de la justa deportiva. Pero los Juegos Olímpicos terminaron y el impuesto de la tenencia continuó.

Finalmente, fue en diciembre de 1974, cuando el Congreso de la Unión reformó la ley para dar 30 por ciento de participación de ese impuesto a los estados y al entonces Departamento del Distrito Federal.