Desde el caracol de Oventic, la junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico de los zapatistas delante del mundo, de la zona Altos, en Chiapas, fijó su posición frente a los hechos ocurridos en El Pozo, municipio de Cancuc, el pasado lunes, donde hubo un muerto y varios heridos. No fue un enfrentamiento así como manipulan los medios de comunicación, ni mucho menos una agresión provocada por los zapatistas.

La JBG sostiene: Ante la agresión, los compañeros tuvieron que defenderse de alguna forma, utilizando sus últimos recursos para su legítima defensa ante la agresión provocada por los priístas y perredistas de El Pozo, y al ver a nuestros compañeros golpeados y partiéndo les la cabeza.

La JBG desmiente la versión de que las bases del EZLN provocaron el enfrentamiento: Todo lo contrario, nuestra lucha la estamos llevando de una forma pacífica, no contra nuestros propios hermanos. Aunque en esta agresión hubo un muerto de los agresores, fue el que encabezaba la agresión. Nuestras bases tuvieron que defenderse.

La mañana del 21 de junio, priístas y perredistas se dividieron en cuatro grupos, cada uno como de 60 personas, armados con machetes, piedras, palos, azadón, picos, palas y pinzas para cortar el servicio de luz y agua a 9 familias zapatistas. Estos les dijeron que no hicieran eso, pero no hicieron caso y comenzaron a agredir y a golpear con piedras y palos.

Miguel Hernández Pérez y Manuel López Hernández sufrieron fracturas de cráneo, el primero con exposición de masa encefálica, y se encuentran graves. También fueron lesionados Antonio López Guzmán, Sebastián Pérez Cruz, Eliseo Martínez Pérez, Miguel Gómez Hernández y Antonio Cruz Gómez. Al final nuestros compañeros lograron escapar a otra comunidad del municipio autónomo San Juan Apóstol Cancuc, aunque uno de ellos, Antonio Gómez Pérez, herido, está desaparecido.

Cuando los promotores de salud autónomos fueron a sacar a los heridos, fueron detenidos por la policía sectorial, el alcalde Cirio Vásquez Cruz, el fiscal de Justicia Indígena Marcos Shilón Pérez y personal de la subsecretaría de gobierno. Según la JBG, no son responsables y cinco de ellos ni siquiera estuvieron en los hechos.

La JBG identifica a quienes organizaron la agresión, encabezados por Miguel Gómez Pérez y sostiene que los oficialistas de El Pozo no tienen el derecho de privar de energía y agua a los zapatistas en resistencia de pagos.

En los hechos, según versiones oficiales, falleció Sebastián Hernández Pérez, del grupo priísta.

El presidente municipal oficial de Cancuc “sabe que su gente ha estado hostigando a las bases zapatistas con el pretexto de la resistencia al pago de la energía eléctrica en Crucilj’a, Tzuluwitz, Nicht’el, La Palma, Ya’xcoc, Baak’il, Cruztón, entre otros”. Con esto, quieren aparentar que se trata de enfrentamientos entre indígenas, lo que justificaría militarizar las comunidades.

Cómo es posible que el mal gobierno actúe de esta manera, deteniendo a nuestros compañeros mientras nuestras bases de apoyo fueron agredidos, golpeados y varios gravemente heridos. Los agresores son libres de hacer lo que quieran porque cuentan con el apoyo de los tres niveles de gobierno, pero cuando nuestros compañeros y compañeras se defienden de la agresión, los acusan de provocadores y agresores, esto quiere decir que los zapatistas no tienen derecho (de) defender sus vidas, concluye el comunicado.

Comunicado completo de la JBG