El que es un delincuente confeso
es César Nava, acusa el gobernador de Veracruz
Jueves 24 de junio de 2010, p. 7
Veracruz, Ver., 23 de junio. A punto de despedirse del presidente Felipe Calderón tras su visita al estado, el gobernador Fidel Herrera Beltrán deslindó al mandatario y a Gobernación de las acciones de espionaje cometidas en su contra, pero no perdió la oportunidad de insistir en que César Nava, líder del PAN, es un delincuente confeso
.
Había concluido una gira en la que privó una especie de armisticio declarativo por parte del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont; la dirigente del PRI, Beatriz Paredes, y el gobernador veracruzano, quienes esgrimieron las celebraciones del bicentenario para no opinar sobre el diferendo que provocó la revelación de las conversaciones.
Justo al final de la gira y pese a que antes había expresado sospechas sobre el papel del Cisen en esta polémica, el gobernador priísta deslindó totalmente
a su huésped de las grabaciones utilizadas por el blanquiazul para imputarle el uso de recursos públicos en favor del PRI en esta campaña electoral.
Yo creo que ni el Presidente ni el secretario de Gobernación tienen que ver con el caso de los espías en conflicto. Por eso, mi demanda va direccionada al señor Nava, que ahora sé que se apellida Vázquez; al señor (Miguel Ángel) Yunes Linares y al señor (Enrique) Cambranis
, dirigente estatal del PAN.
Muy temprano, Herrera Beltrán había recibido a Calderón en la base naval del puerto con un apretón de manos y un saludo más emotivo a Gómez Mont, a quien abrazó y dio palmaditas en la espalda.
En ese momento, anfitrión e invitados debían abordar el helicóptero que los llevaría a la cubierta del buque Papaloapan a presenciar la Regata del Bicentenario 2010, sin embargo, se retrasaron media hora, porque sostuvieron una reunión fuera de programa sobre los efectos del derrame petrolero en el Golfo de México.
Antes de que Calderón arribara al buque Papaloapan, Paredes marcó la pauta al negarse a opinar sobre los audioescándalos. Hay que ser elegante en todo
, contestó a la prensa y comentó que fue invitada por el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez Mendoza.
Mientras Calderón pasaba revista a embarcaciones de Estados Unidos y Latinoamérica, la priísta conversó con Gómez Mont cuando el funcionario fumaba un cigarro y después posó para los fotógrafos al lado de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y ex secretario de Hacienda.
Herrera Beltrán también intentó atajar a la prensa al señalar: Hoy no es día de grabaciones ni de juicios políticos. Hoy es día para conmemorar a la patria y a la Independencia
.
Similar argumento dio el secretario de Gobernación cuando se le preguntó si ya se habían arreglado las cosas: ¿Qué tan descompuestas estaban?
, contestó, para añadir: Todo a su tiempo, hoy es tiempo de celebración
.
Una vez más, el gobernador y el Presidente viajaron juntos en helicóptero al muelle del puerto y ahí subieron al buque escuela Cuauhtémoc, mientras un mariachi les daba la bienvenida. En el grupo de invitados se encontraba la escritora Guadalupe Loaeza, ex candidata a diputada federal por el PRD, quien no subió a la nave durante la ceremonia.
De regreso a la base naval, Calderón hizo tiempo y fue cuando el gobernador veracruzano rechazó ante la prensa haber abordado el tema de las grabaciones con el Presidente y señaló que, en todo caso, esperaba ver a Nava para expresarle que no iba a ratificar la denuncia en su contra, pues el delito de espionaje ilegal se persigue de oficio.
Se quejó de que han sido nueve días de lodo y de una guerra sucia que se complementa hoy con la interposición en el Congreso de un juicio político sucio en contra de mis actos y mis hechos
. Pero insistió: estoy limpio
y por eso dijo que recibió a Calderón y a su esposa en santa paz
.
Insistió en que aprovechó para abordar otros temas con el mandatario y bromeó que prefirió no hacerlo por teléfono, porque me lo podían falsificar Nava y Yunes
.