Jalapa, Ver., 22 de junio. Los candidatos a la gubernatura Javier Duarte de Ochoa, de la coalición formada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Veracruzano (PRV), y Miguel Ángel Yunes Linares, de la alianza que integran los partidos Acción Nacional (PAN) y Nueva Alianza (Panal), intercambiaron descalificaciones en un debate efectuado la noche del martes, el cual se retrasó ante la amenaza de los abanderados de retirarse si no se permitía la entrada a la prensa, como amagaron los organizadores.

Yunes Linares acusó a Javier Duarte de usar recursos estatales en su campaña; además, criticó su desempeño como secretario de Finanzas estatal y su relación directa con el actual gobernador, Fidel Herrera Beltrán.

Miguel Ángel Yunes retó al priísta a someterse a una prueba de polígrafo para responder si desvió recursos públicos a su campaña y si incurrió en actos de corrupción cuando fue titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación estatal. Yunes contrató a un perito del Instituto Latinoamericano de Poligrafía de México, quien esperaba fuera del recinto donde se desarrolló la reunión, convocada por el Instituto Electoral Veracruzano (IEV).

Duarte de Ochoa replicó que aceptaría el reto si alguna autoridad realizaba la prueba y ésta no se hacía con métodos amañados, porque a Yunes nadie le confía ni una bolsa con aire.

El candidato panista aceptó acudir a otros peritos, menos con la mafia de las autoridades de Veracruz.

Javier Duarte pidió a Yunes Linares que explicara su imposición como abanderado del PAN. Recordó que el ex diputado federal Gerardo Buganza renunció al blanquiazul tras la designación del ex director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.

Dante Delgado Rannauro, candidato de la alianza Para Cambiar Veracruz, en la cual participan los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, se unió a Miguel Ángel Yunes para fustigar a Duarte de Ochoa por la bursatilización del impuesto sobre la tenencia y uso de vehículis, que generó una deuda de 40 mil millones de pesos a pagar en los próximos 30 años, y el uso de fondos públicos para las campañas electorales, imputación sustentada en grabaciones de conversaciones telefónicas de Fidel Herrera.

El debate comenzó con media hora de retraso porque el IEV ordenó a última hora impedir la entrada a periodistas, lo que desató un jaloneo a la puerta principal del hotel, la cual fue resguardada por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública que se liaron a golpes con algunos comunicadores. Luego que Yunes y Delgado amagaron con irse, se permitió el acceso.