Los anfitriones quedaron en el tercer lugar del grupo A con cuatro puntos
Les bleus también fueron eliminados
Renunciaron a recibir primas por su participación
Miércoles 23 de junio de 2010, p. 7
Bloemfontein, 22 de junio. Soñaron durante varios minutos, pero al final no se cristalizó el anhelo y los Bafana Bafana, aunque vencieron 2-1 a la patética Francia, se convirtieron en el primer equipo que no avanzó a los octavos de final en su propio Mundial. Sudáfrica quedó eliminada, al igual que su atormentado rival.
El resultado dejó a los anfitriones en el tercer lugar de la llave A con cuatro puntos, los mismos que México, derrotado ante Uruguay por 1-0, pero los mexicanos pasan de ronda por su mejor diferencia de goles junto a la celeste, vencedora del grupo con siete unidades.
Los Bafana Bafana abrieron el marcador a los 20 minutos, gracias a la falla en un tiro de esquina del arquero Hugo Lloris y al cabezazo implacable de Bongani Khumalo. El 2-0 llegó a los 37 minutos a través de Katlego Mphela, quien definió abajo del arco un centro de Tsepo Masilela.
Florent Malouda descontó a los 70 tras una desatención defensiva y un desborde por la derecha de Franck Ribéry. Fue un tanto que no sirvió para evitar el ridículo de los franceses, últimos de su grupo con apenas un punto y envueltos en un escándalo de alcance histórico.
Al partido, más que el gol de Khumalo para el 1-0, lo afectó la expulsión de Yoann Gourcuff a los 25 minutos. El mediapunta del Girondins de Burdeos había sido hasta ese momento de lo más destacado de Francia dentro de un duelo parejo.
Pero el playera número 8 fue a disputar una pelota arriba incrustando el codo en la cara de su oponente. El colombiano Óscar Ruiz, tal vez con demasiado celo, decretó la tarjeta roja y el descalabro galo ya no estuvo sólo en el vestuario, sino también sobre el césped.
A partir de allí, salvo algunas aproximaciones circunstanciales de los dirigidos por Raymond Domenech, el primer tiempo fue de dominio local, llevado en andas por la pasión de su público, alentado por el gol de Uruguay en Rustenburgo, que acercaba la clasificación.
Mphela caldeó más el ambiente con el 2-0. Los Bafana Bafana necesitaban sólo dos tantos más. Pudo llegar el tercero, pero una jugada que terminó en la red francesa fue anulada por un fuera de juego ajustado.
En el segundo tiempo, Domenech intentó mover fichas: ingresó a Florent Malouda y sacó a André Gignac. No sirvió de gran cosa durante un buen rato, hasta que a los 51 de acción Mphela reventó el palo en un mano a mano con Lloris y siete minutos después obligó a gran estirada al arquero francés por medio de un remate desde fuera del área.
El desacreditado técnico de les bleus recurrió a Thierry Henry, pero el partido siguió igual. Tras el silbatazo, Domenech rehusó dar la mano a su colega Parreira cuando fue a despedirse; sin embargo, este último abrazó al desdeñoso francés.
Pura emoción
El partido era pura emoción, jugado a corazón abierto. México seguía 1-0 abajo y los dos goles que les faltaban a los anfitriones eran posibles. Pero llegó el pase en profundidad de Bakary Sagna, la siesta de la defensa amarilla ante la entrada en profundidad de Franck Ribéry, y Malouda puso el 2-1.
No se apagaron las vuvuzelas, pero sí perdió fuerza el fuego interno sudafricano. Sudáfrica intentó, pero ya no fue con tanta determinación, tocada anímicamente. Su rival siguió mostrando total falta de ideas.
Los Bafana Bafana lloraron, pero se fueron con la frente alta, pese a quedar en la historia como el primer anfitrión en 19 ediciones de Mundial en no pasar la primera ronda. Francia, en tanto, hundió la cara en el césped por una vergonzosa competencia que quedará marcada en negro en sus libros.