El escritor Carlos Monsiváis era el orgullo de su barrio, en la colonia Portales. El cariño de sus vecinos quedó demostrado ayer mediante cartones y hojas de papeles que colaron en la fachada de su casa en la calle de San Simón número 62. También mostraron interés por el destino de los gatos del ensayista.

Fernando Lóbalo Salazar, para quien era un orgullo tener a Monsiváis por vecino, acudió al inmueble para ver si le regalaban uno de la docena de felinos que poseía.

La representante de la asociación Gatos Olvidados –de la que formaba parte el intelectual–, Claudia Vázquez, presentó anoche una denuncia por maltrato a los felinos, tras los rumores que circulaban sobre la pretensión de dormirlos, ya que, de acuerdo con la Ley de Protección a los Animales del Distrito Federal, es un delito matar un animal sano.

Siempre te hemos querido. Nunca te olvidaremos por ser un ejemplo a nuestro barrio. Nos sentíamos importantes por tu existencia, reza la misiva que dejaron tus amigos, Vulcanizadora Velázquez Guzmán.

Gracias por el cariño a tu barrio de San Simón. Recibe donde quiera que estés nuestra admiración y respeto que ganaste con tu manera de ser, escribió la familia Velázquez Pérez. No faltó quien armara un texto con las letras de su nombre.

Los grandes se van, su legado nos dejó. De ti aprendimos a vivir. Mi querido Monsiváis, tus amigos, tu barrio, te extrañamos y no te olvidaremos jamás, rubricaron tus amigos, Deportes Lama. ...y ahora quién documentará nuestro optimismo, quiso saber la familia Gutiérrez.

Carlos Monsiváis. ¡Gracias por su legado cultural! “Adiós maestro Monsi. Siempre serás grande”, auguró la familia Avila Aguilar. También expresaron su pésame el Libro Club Jardín de las Letras y el Taller de Arte Experimental.

Otro par de cartones que decía Ellos fueron parte de su vida. No los maten –refiriéndose a los gatos–, molestaron en especial a varias trabajadoras que salieron del domicilio. Aunque se confirmó que uno de los animalitos (Mito) había muerto, una de ellas, que se identificó como Inocencia, dijo que los gatos estaban bien. Agregó: si los gatos se van, será a algún lugar donde van a estar bien e incluso donde podamos verlos.

Claudia Vázquez Lozano, integrante de la asociación Gatos Olvidados, junto con Guillermo Romero Franco, relató que el día de la muerte del periodista llamó a la familia para pedir la custodia de los gatos: “Di el pésame y después dije que Carlos Monsiváis tenía una asociación de gatos; entonces Beatriz Sánchez me dijo que ellos fueron los que lo mataron. Dije no, los especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias ya explicaron que los gatos y los perros no tienen nada que ver con la fibrosis pulmonar. Se molestó mucho; entonces, dijo: ‘hoy se les desapareció a la mitad. Se les hizo dormir. Ay, sí, ya tomé la decisión, se les va a dormir. Hoy, se duerme a los que faltan.

“En ese momento me preocupé más, llamé a la veterinaria que los atendía, le pregunté si sabía algo de los gatos; me dijo que no, pero que la habían llamado la semana anterior para que viniera a dormir a Mito. Ya que iba a venir le dijeron que no, que ya lo habían llevado a otra parte, supuestamente porque era el más viejo.”

Lo único que pide la asociación Gatos Olvidados, constituida el pasado 4 de diciembre, es que nos entreguen los gatos, dijo Guillermo Romero Franco, quien relató que conocieron a Monsivaís porque acudieron a él para ver si adoptaba uno de esos gatos (se quedó con uno, a quien nombró Catástrofe). Cuando el escritor preguntó cuántos eran, y supo que dos personas, dijo ya somos tres.

Claudia Vázquez indicó que el autor también planeaba reunirse con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, con el fin de conseguir una casa para los fines de la asociación.