Estados Unidos arma al crimen organizado en México
Sin una política clara hacia América Latina, pero montando de nuevo una retórica hostil contra Cuba, la Casa Blanca adopta medidas puntuales
: plan Mérida para México, ignorar a Venezuela y Argentina, y una negociación torpe con Colombia, subraya
Lunes 21 de junio de 2010, p. 38
La Habana, 20 de junio. Es realmente una vergüenza
que Barack Obama se cruce de brazos ante el tráfico de armas a México, dice a La Jornada Jorge Domínguez, veterano investigador de la Universidad de Harvard y uno de los estudiosos de América Latina de mayor prestigio.
Ya no existe sólo el problema del consumo de drogas en Estados Unidos, sino que de alguna manera
ese país está asumiendo la responsabilidad de armar al crimen organizado de México
, añade el vicerrector para Asuntos Internacionales de Harvard y tutor por generaciones de políticos y académicos de la región.
Profesor visitante de El Colegio de México, sólo en este tema Domínguez deja la ecuanimidad. Dice que el jefe de la Casa Blanca ni siquiera tiene la conducta digna
de enviar un proyecto de ley al Congreso, en vez de rendirse antes de hacer el esfuerzo
: así al menos sabríamos, con nombres y apellidos, qué representantes o senadores son los que impiden
el control de armas. De las medidas tomadas por Obama que tienen que ver con América Latina, es la que más lamento
.
Nacido en Cuba y participante aquí en la Semana Social Católica, Domínguez cree que Obama debería tomar medidas unilaterales de cooperación hacia la isla. Piensa que la Casa Blanca no tiene una política clara hacia América Latina y prevé que habrá un proyecto de ley migratoria antes de 2012.
Visas para académicos cubanos
El especialista recordó que Obama prometió permitir los viajes y las remesas de los cubanos a la isla y conversar con quien fuera, sin cambiar nada más, todo lo cual ha cumplido. Dentro de ese cuadro muy modesto
, hay además algunos contactos científicos, conversaciones más fluidas sobre la base de Guantánamo, acuerdos para cooperar en Haití y la silenciosa expedición de visas para académicos cubanos. En los últimos doce meses solamente en Harvard recibimos a diez investigadores cubanos, cuando llevamos años sin poder recibir a ninguno de ellos
.
Sin embargo, Domínguez lamenta el regreso de la hostilidad retórica estadunidense:
-El ejemplo mas reciente es la inclusión de Cuba en la lista de países cuyos Estados supuestamente promueven el comercio sexual. Es un tema evidentemente importante, pero lo sacan de la gaveta, donde estaba Cuba por razones antiguas. Y a nadie se le ocurre preguntar si lo que había hecho el gobierno de Bush seguía siendo la voluntad del gobierno de Obama. Lamentablemente es cierta esa expresión de que el embargo está puesto en piloto automático
. Es verdad que aquí hay menores de edad que son explotados sexualmente, pero no es menos cierto que el Estado cubano lo castiga.
Coautor del informe de la Brookings Institution de 2009, que recomienda a Estados Unidos tomar medidas unilaterales e incondicionales hacia la isla, Domínguez dice que esa era una forma de no otorgarle al gobierno cubano y a los más duros del gobierno cubano el derecho al veto
. En el primer semestre la administración y en particular la secretaria de Estado Hilary Clinton se movieron en esa línea, pero en los últimos meses “ella en particular ha vuelto a la retórica del gobierno de Bush: ‘Si el gobierno cubano no se mueve, yo no hago nada’. Eso es un error”.
“En el aspecto retórico lo único levemente positivo es que en las últimas tres, cuatro semanas, cuando el gobierno cubano ha hecho algo loable, hay algún funcionario de Estados Unidos de quinta categoría que dice ‘buena medida’, lo cual no ocurría antes”.
-¿Habrá un nuevo paso de distensión?
-No hay un proyecto particularmente claro. Hay múltiples cosas que el gobierno de Estados Unidos podría iniciar y yo creo que si algo va a ocurrir, tiene que ser unilateral. Sería bueno que el gobierno de Cuba hiciera algún tipo de gesto, por supuesto, pero creo que pensando en el futuro es factible que Estados Unidos, por ejemplo, tome la iniciativa de invitar a Cuba a discutir cómo colaborar en respuesta a desastres naturales en terceros países: eso ya empezó en Haití.
“Nunca se interrumpió, ni siquiera en la crisis de octubre de 1962, la colaboración entre el servicio meteorológico cubano y los de Miami, pero eso puede profundizarse. Los huracanes no tienen pasaporte ni piden visa. Otros ejemplos: el derrame de petróleo en el golfo; la protección de las aves y los peces migratorios que van desde Canadá hasta la costa norte de Venezuela…”
Todo quedó en la foto
-¿Obama está encontrando el camino del recuentro con América Latina, como se había propuesto o todo quedó en la foto de Trinidad-Tobago (la Cumbre de las Américas de 2009)?
-Quisiera que la primera parte de tu pregunta fuera cierta, pero me temo que lo cierto es la segunda parte. A Obama le tengo una enorme admiración, le ha tocado ser presidente de Estados Unidos en un momento terrible, guerras heredadas en Irak y Afganistán, una crisis de la economía mundial sin par desde la década de 1930, pero nunca se había interesado en América Latina. No había ido, que yo sepa, ni siquiera de turista a bañarse en Cancún.
Ha tomado algunas decisiones importantes, como las relacionadas con Cuba, y no mucho más. Eso va a depender más bien de instancias inferiores, del subsecretario (Arturo) Valenzuela para abajo
.
Domínguez sólo ve decisiones puntuales
: Plan Mérida para México, con el aspecto bochornoso
de un lento desembolso de fondos; ignorar a Venezuela, diga lo que diga; una negociación torpe
de las bases militares en Colombia y casi ignorar a Argentina, aunque incluirla en el G-20. No hay realmente un diseño claro de política más allá de continuar asuntos ya desarrollados y heredados del gobierno anterior
.
Ley migratoria, gracias a Arizona
-¿Habrá alguna decisión sobre migración?
-Creo que gracias al gobierno de Arizona va a haber un proyecto de ley migratoria. Supongo que no se presentaría en las próximas semanas porque hay una elección congresional en noviembre. Pero independientemente de que si los republicanos capturan el control de una de las dos cámaras, el gobierno sí presentaría el proyecto. En este caso no hay la renuencia a tratar el asunto, como en el tráfico de armas. Primero, porque una proporción importante del Partido Republicano está dispuesta. El presidente Bush presentó un proyecto. Algunas cosas a mí no me gustaban, pero en algunos de sus aspectos medulares fue un buen proyecto, que tuvo apoyo republicano y demócrata en parte.
Creo que Obama pensaría que si logra, como parte de ese proyecto, tener auspicio que incluya a miembros de ambos partidos, vale la pena presentarlo y que frente a las medidas adoptadas por el gobierno de Arizona, que podrían ser adoptadas por otros estados, que llegarían en algún momento al Tribunal Supremo, él como presidente y el Congreso tienen la responsabilidad de hacer algo
.
“Ahora bien. ¿Sería aprobada? No lo sé. La de Bush no lo fue. Con relación al tema migratorio, en estos momentos el Partido republicano se ha endurecido más de lo que fue bajo Bush. Un gesto político importante sería si Obama estuviera dispuesto a darle un abrazo al ex presidente Bush y decir: ‘En este tema estamos de acuerdo. Presento con pequeños retoques el mismo proyecto de ley que presentó el presidente Bush y él y yo creemos que seria lo digno, lo útil, lo importante, lo estratégico, lo noble’. Eso le aumentaría la posibilidad de algún cambio”.
En el proyecto de Bush existía una ruta a la legalización final. Difícil, complicada, distante, me parecía demasiado llena de obstáculos innecesarios. Pero la clave era que el indocumentado podía documentarse. Me sorprendería si Obama antes de la próxima elección presidencial en Estados Unidos no presenta un proyecto
.
Pienso que Obama también cree que puede sacar jugo electoral. El número de personas de origen latinoamericano en Estados Unidos ya es grande. Muchos son indocumentados, por tanto no son pertinentes para las elecciones. Muchos de los documentados todavía no son ciudadanos: todavía no son pertinentes para las elecciones. Muchos de los que ya son ciudadanos, no están inscritos para votar. No importa. Muchos de los que están inscritos no votan. Excepto los de origen cubano, los latinos en Estados Unidos tienen una tasa de participación electoral muy, muy baja. Pero todo eso va cambiando poco a poco. Obama sabe que esta va a ser la gran transformación demográfica del electorado de Estados Unidos
.