Londres, 20 de junio. El martillo promete pegar fuerte esta semana en Londres, donde las dos principales casas de subastas esperan recaudar hasta 560 millones de dólares con sus ventas de arte impresionista y contemporáneo, en las que destacan obras de Picasso, Monet, Manet, Klimt, Matisse y Dérain.

El repunte del mercado tras la crisis, confirmado en mayo por el récord para una subasta establecido por el Desnudo, hojas verdes y busto (1932), de Picasso, con 106.4 millones de dólares, tres meses después de que la escultura de Alberto Giacometti, El hombre caminando I (1961), se vendiera por 104 millones, ha propiciado estos remates que Christie’s y Sotheby’s califican de históricos.

Ambas casas coinciden en que el mercado está muy fuerte y hay gran apetito de obras maestras en postores cada vez más numerosos y globales, como afirma el presidente de Christie’s Europa, Jussy Pylkkanen, al estimar que el principal problema durante la recesión no fue la demanda, sino la falta de oferta.

Los vendedores han visto los fenomenales precios alcanzados, y han podido darse cuenta de la solidez del mercado y del volumen de la demanda para las obras de la mejor calidad, y eso ha traído muchas piezas sensacionales a subasta, explica Helena Newman, vicepresidenta de arte moderno e impresionista en Sotheby’s.

Sotheby’s abrirá el baile el martes con una venta que incluye 51 lotes estimados globalmente en entre 149 y 219 millones de dólares, suma sin precedente para esta casa de remates londinense.

Entre las obras estrellas de esta venta figura el Autorretrato con paleta, uno de los dos únicos retratos que Edouard Manet se hizo, con una estimación alta de 43 millones de dólares.

Destacan también el exótico Odaliscas jugando a las damas (1928), pintado por Henri Matisse en su periodo colorista más logrado, con una estimación alta de 22 millones de dólares, y Árboles en Colliure (1905), obra maestra del fauvismo de André Dérain, por el se esperan pujas hasta de 20 millones de dólares.

El miércoles, Christie’s ofrecerá 63 lotes estimados en entre 242 y 342 millones de dólares, en una subasta que define como la más valiosa que se ha realizado jamás en Londres.