Nuevo conservadurismo con nostalgia del poder perdido
, lo califica
señores feudalesdel PRI
Candidatos procedentes del tricolor son figuras molestas para viejos militantes
Domingo 20 de junio de 2010, p. 25
La dirigencia nacional del PAN respaldó la crítica y acusaciones persistentes de su presidente César Nava contra el PRI, que –dijo– se ha confirmado como el nuevo conservadurismo con nostalgia del poder perdido
. Al celebrar una sesión de su Consejo Nacional el partido en el gobierno determinó denunciar, contener y vencer a los señores feudales
del Revolucionario Institucional.
El Consejo Nacional se reunió ayer en la sede nacional del PAN. Asistieron la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala, y dos nuevas caras: Patricia Flores Elizondo, encargada de la oficina de la Presidencia de la República, y el vocero de Los Pinos, Maximiliano Cortázar. Con un quórum de 272 integrantes de 381 posibles, Nava adujo que fruto de la Comisión de Reflexión y Análisis –transformada posteriormente en Comisión de Seguimiento y Evaluación del Plan Estratégico del Partido– se concluyó que los panistas tenemos condiciones reales de competitividad en todo el país; estamos compitiendo para ganar en todas las latitudes
, ante los procesos electorales del 4 de julio próximo.
No obstante, la atención de los consejeros panistas se contrarió cuando su presidente reconoció como pilares de los valores democráticos del PAN a los candidatos a gobernador de su partido, entre ellos José Rosas Aispuro, Gabino Cué, Rafael Moreno Valle, Mario López Valdez y Miguel Ángel Yunes, figuras que resultan incómodas para algunos sectores panistas por sus antecedentes priístas.
Para convencer a sus correligionarios les señaló: Aprendimos las lecciones de 2009, elegimos a la mejor tradición democrática a nuestros candidatos y nos cuestionamos en unidad para hacer las mejores campañas. Todo esto lo hemos hecho en medio de una evidente y enorme inequidad: mientras Acción Nacional se mantiene en la firmeza de su convicción democrática, el adversario insiste en parapetarse bajo la careta de la simulación democrática.
Y vino, con la complacencia de los consejeros, el ataque contra su principal adversario político, el PRI. “Mientras el PAN reafirma su decisión de llevar a todo el país a un solo estándar de condiciones democráticas, el adversario reincide en la conservación de feudos, de regresión antidemocrática.
Es el mismo PRI, es el PRI de antes, el PRI de siempre, porque no ha cambiado ni cambiará, porque creció con sus ramas torcidas y jamás podrá enderezarlas. Es el mismo PRI, el que por 70 años germinó y fortaleció un presidencialismo más allá de la Constitución, que concentró un poder omnímodo e ilimitado; es el mismo PRI, el mismo que a partir del año 2000, una vez afuera de Los Pinos trasladó ese poder a la esfera de los gobierno locales, prohijando auténticos señores feudales que se arroparon y se envolvieron en la falsa bandera del federalismo.
Aplaudido al inicio de sus discursos, Nava se ganó el respaldo de los panistas al momento de colocar sobre la balanza los dos proyectos políticos en disputa: el panista, representado por el gobierno federal, y el priísta, con el dominio de la mayoría de las gubernaturas.
“Tenemos un doble rasero de criterios democráticos: por un lado, el estándar democrático que hemos alcanzado en el orden federal; por el otro, la regresión antidemocrática que se vive en la mayoría de los estados del país. Podemos distinguir cinco notas fundamentales de este nuevo sistema llamado feuderalista: ausencia de la independencia de los poderes locales, porque los poderes y los órganos supuestamente autónomos siguen subordinados al gobernador en turno; ausencia de una adecuada rendición de cuentas, al amparo de una opacidad absoluta se vive una corrupción generalizada y rampante; ausencia de una plena libertad de prensa; falta de condiciones para la celebración de elecciones libre y genuinamente democráticas; y el uso de la policía con fines políticos y electorales.
“Las elecciones del 4 de julio encierran un plebiscito entre el México que no acaba de nacer y el México que se resiste a morir. Entre el proyecto modernizador que postulamos y el proyecto restaurador al que se aferra el PRI. Entre un gobierno que busca el bien común de todos y un gobierno que sólo busca conservar el privilegio de unos cuantos…ese es el nuevo reto, es el reto que tenemos por delante: denunciar, contener y vencer a los señores feudales del PRI. Desmontar los últimos restos de la tramoya autoritaria, llevar la transición ahí donde no ha llegado. ¡Los tiranos temblarán al oír nuestro pregón, una patria generosa y una vida con honor!”