El técnico Hitzeld había advertido que no le importaría defender con nueve hombres
A la furia roja le faltó inspiración para superar el muro que implantó su adversario
Jueves 17 de junio de 2010, p. 2
Durban, 16 de junio. Suiza dio hoy la mayor sorpresa del Mundial de Sudáfrica al vencer 1-0 a España, una de las grandes favoritas al título, que se estrelló contra el muro defensivo rival.
En los 18 enfrentamientos anteriores entre ambos equipos, la furia roja había ganado 15 partidos y empatado tres, pero los suizos consiguieron este miércoles el primer triunfo ante los españoles en toda su historia, nada menos que en una Copa del Mundo.
España esperaba un partido incómodo en Durban, pero no sabía hasta qué punto. Hizo muchas cosas para ganar, pero el excelente planteamiento defensivo del adversario y la falta de inspiración propia lo llevaron a la derrota, que pone al grupo H al rojo vivo.
El partido fue un monólogo español. Ottmar Hitzfeld, el seleccionador suizo, había avisado en la víspera que no le importaría defender con nueve y cumplió. La furia roja se hartó y casi se aburrió de tocar el balón hasta llegar al arco contrario.
El despliegue inicial de los españoles fue el esperado, con David Silva y Andrés Iniesta incorporándose a la delantera para intentar derribar el muro suizo. Si acaso, el equipo echó de menos esas chispas de talento de Xavi, pero la propuesta hispana fue irreprochable.
Los ibéricos dispararon por primera vez al arco al minuto 16, con un lanzamiento de Silva. Mucho más clara fue la ocasión de Gerard Piqué, a los 24 minutos, cuando recibió un pase mágico de Iniesta, dribló a un defensa y el arquero Diego Benaglio se tiró a sus pies para rechazar.
El equipo de Vicente del Bosque seguía madurando a su rival, que apenas corría para perseguir. A España le faltaba mezclar el juego, incorporar pases largos a su repertorio, buscar algo más que la combinación con paredes, pero no era fácil encontrar soluciones ante un equipo que tenía nueve jugadores cerca del arquero.
España tuvo otra oportunidad clara a los 43. David Villa encaró a Benaglio y se equivocó al centrar, enviando el balón muy lejos del alcance de Silva. Y los españoles se fueron al descanso con la preocupación de quien no es capaz de encontrar la salida del laberinto.
Al poco tiempo de la reanudación, la furia roja encontró más en qué pensar, porque Suiza marcó al 52, gracias a un golpe de la fortuna. Benaglio sacó en largo; Gelson Fernandes se internó en el área española y envió un remate que primero atajó Casillas, pero aprovechó el rebote y logró enviarlo al fondo del arco, tras chocar con Piqué. Un gol casi extravagante, pero válido al fin.
Del Bosque dio un golpe en la banca y ordenó la entrada de Fernando Torres y Jesús Navas, más artillería para el ataque. Sin un juego demasiado exquisito, España continuaba acechando el arco suizo, con tiros de Iniesta y Torres.
Tampoco le era fácil gestionar la ansiedad que produce caer ante un rival supuestamente tan inferior y en un partido de debut en un Mundial. Y la suerte también le era huidiza. Al 70, Xabi Alonso estrelló en el larguero un violento disparo.
El partido era una montaña rusa de emociones, con España volcada sobre la portería rival y Suiza afilando sus garras para lanzar un contrataque. Derdiyok pudo sentenciar al 75, cuando encaró a Casillas y mandó el balón a un palo.
Los minutos fueron cayendo y los ibéricos acabaron desesperados, casi desquiciados, incapaces de encontrar ese remate final que salvara siquiera un punto.
Y así se consumó la primera gran sorpresa de esta Copa del Mundo.