Rustenburgo, 15 de junio. Nueva Zelanda rescató el empate 1-1 ante Eslovaquia, con agónico gol en tiempo de compensación, lo que le permitió cosechar el primer punto de su historia en un Mundial de futbol.

Eslovaquia, único país debutante del certamen, se adelantó con un tanto de Robert Vittek al minuto 50, pero los kiwis igualaron al 93 por conducto de Winston Reid y amargaron el día a la joven república europea, cuando ya paladeaba la victoria.

Los cuatro equipos del Grupo F quedaron con un punto, tras el empate del pasado lunes entre Paraguay e Italia (1-1).

Bajo el sol y con frescas condiciones en el estadio Royal Bafokeng, Nueva Zelanda, pese a su futbol rudimentario, fue el equipo más rápido en crear peligro por medio de su estrella Chris Killen.

En el tercer minuto de iniciado el partido, el delantero del Middlesbrough robó el balón en el centro del campo y tras una gran carrera remató hacia el larguero.

Un minuto más tarde, de nuevo Killen creó pánico en el área de Eslovaquia con un remate de cabeza que causó dificultades al arquero europeo.

Tras el empuje inicial, los kiwis, vestidos de blanco en lugar del negro tradicional de sus compañeros del rugby, empezaron a conceder terreno a los eslovacos, muy habilidosos y comandados por el jugador de más talento, Marek Hamsik.

Al minuto 22, el capitán eslovaco tuvo la primera ocasión. En la segunda se acercó más y obligó al arquero neozelandés, Mark Paston, a tocar con la punta de los dedos y desviar la pelota por encima del larguero.

Una gran combinación entre el centrocampista Vladimir Weiss y el delantero Stanislav Sestak acabó con un remate del último que se fue hacia afuera por poco.

Preocupados por no perder la pelota, ambos cuadros la hacían circular con posesiones muy largas, pero sin profundidad, hasta que en el minuto 27, en una jugada bien hilvanada que condujo Weiss, Eslovaquia tuvo la primera ocasión clara del encuentro.

Sólo en los minutos finales del primer periodo se soltaron un poco ambos conjuntos y se produjo alguna posibilidad de convertir, principalmente en favor de Eslovaquia, pero el partido llegó al entretiempo sin apenas futbol y sin goles.

Eslovaquia logró finalmente el gol que se estaba mereciendo. Fue en el complemento. Stanislav Sestak centró desde la derecha y Vittek abrió la cuenta con un cabezazo de pique al suelo. El gol se validó a pesar de que estaba en posición adelantada.

Los europeos comenzaron a retrasarse en el campo y su entrenador decidió sustituir a los tres mejores jugadores en el eje de ataque.

Sin ideas claras pero con ímpetu, Nueva Zelanda presionó a su oponente con base en centros y pelotazos, hasta que encontró la cabeza de Reid en uno de los últimos balones que cayeron en el área eslovaca. El tanto de los oceánicos significó la captura del primer punto tras 28 años, luego de las tres derrotas sufridas en España 1982.