Cristiano Ronaldo y Didier Drogba tuvieron sendas oportunidades de anotar
Miércoles 16 de junio de 2010, p. 3
Puerto Elizabeth, 15 de junio. Calidad a cuentagotas, apenas chispazos mostraron Portugal y Costa de Marfil en su debut en la Copa del Mundo, donde tramitaron un empate sin goles y dejaron la mesa puesta a Brasil en el llamado grupo de la muerte.
Ni el portugués Cristiano Ronaldo ni el marfileño Didier Drogba, quien fue suplente e ingresó en el segundo tiempo, lograron dar emoción y vida al choque de Puerto Elizabeth, que deja a ambos con un punto en el sector G.
Portugueses y marfileños prometían un partido fantástico, jugado entre dos equipos en cuyos planteles hay varias estrellas de las ligas europeas. Pero la ilusión se quedó en eso y el encuentro terminó siendo uno más.
Los astros trotaron en el campo y ni siquiera la lluvia que cayó sobre el coso Nelson Mandela ayudó a que la tarde tuviera un poco más de épica.
El primer tiempo fue dominado en mayor medida por los lusitanos. Los africanos regalaron la pelota y el campo a los dirigidos por Carlos Queiroz, por lo que éstos manejaron más tiempo el balón, pero sin demasiada profundidad. Parecían no tener idea de cómo atacar al rival.
Sólo Ronaldo mostraba destellos de su categoría. Uno de ellos, a los 10 minutos, terminó siendo la jugada más peligrosa de todo el duelo: recortó a su marcador con el taco y sacó desde casi 25 metros un derechazo formidable que se estrelló en el palo derecho de la meta defendida por Boubacar Barry.
La dependencia de Portugal en lo que pudiese generar su capitán y gran estrella era brutal, pero la férrea marca y cierto empecinamiento en la acción individual impidieron que el jugador del Real Madrid lograra desequilibrar como su fiel hinchada soñaba.
Del lado contrario, apenas hubo un tiro libre que se fue algo desviado y un remate de Ismael Tiote que pasó cerca del travesaño.
En el segundo tiempo, Costa de Marfil mostró un poco de mayor ambición. Adelantó sus líneas y no regaló tanto el balón a los portugueses, a quienes les costó más todavía generar situaciones de peligro.
Deco y luego Tiago, su remplazo, no influían en el juego, y Ronaldo se quedó cada vez más lejos de las posiciones en las que su talento y velocidad hacen daño.
Los de Sven-Goran Eriksson tampoco lograban inspirar miedo a la zaga rival, salvo un disparo demasiado centrado de Salomon Kalou desde la puerta del área, y el sueco decidió el ingreso en el minuto 66 de Drogba, finalmente habilitado por la FIFA para jugar, a pesar de la férula que le cubrió el codo operado.
Tras un centro que terminó con Ronaldo empujando la pelota a la red, pero que fue anulado por falta en el ataque, Costa de Marfil empezó a animarse más, al punto de que durante los últimos minutos asedió la valla defendida por Eduardo.
Fueron ataques más desesperados que bien hilvanados, pero permitieron a Drogba tener una enorme posibilidad entrando sobre la izquierda en el segundo minuto de descuento.
Sin embargo, el delantero del Chelsea le pegó mal con la zurda, el tiro se fue casi paralelo a la línea de gol, para que marfileños y portugueses se llevaran un empate sin goles, lo máximo que merecieron en su estreno en el Mundial.
El resultado obliga a ambos equipos a vencer a Corea del Norte por la mayor cantidad posible de goles, e intentar sacar algo positivo de su enfrentamiento contra Brasil, ya que, teóricamente, entre ellos lucharán por la segunda plaza.