Una mujer en el pleno del Tribunal Electoral del Distrito Federal permitirá que haya una visión integral de los asuntos, con una perspectiva diferente a la de los actuales magistrados, señala Miriam Marisela Rocha Soto, aspirante a ocupar el cargo de magistrada electoral.

–¿Qué cambios requiere el Código Electoral del Distrito Federal?

–Se tendría que reformar la parte procesal, que es lo que le toca al Tribunal Electoral local. Se resuelven los conflictos derivados de procesos electivos o constitucionales. En particular el tema de los videos, fotografías y las notas periodísticas, y la relevancia que pueden tener en un proceso. Ahora se tiene un sistema probatorio tasado. El rebase de topes de campaña y los actos anticipados de precampaña y de campaña tendrían que acotarse mucho más.

–¿Qué aporta una mujer al TEDF?

–Además de que refleja que estamos en una democracia que impulsa la participación de la mujer en igualdad de condiciones que el hombre, habrá una visión más integral de los asuntos. Es fundamental la inclusión de una mujer en el pleno. Antes se decía que era un tribunal de hombres; hay ponencias que sólo tienen hombres.

Miriam Marisela Rocha Soto, candidata a ocupar la plaza de magistrado electoral que dejó Miguel Covián AndradeFoto María Luisa Severiano

–Es una de las favoritas por ser parte de la ponencia del magistrado Alejandro Delint. ¿Esto influirá a la hora de votar un proyecto?

–Estoy convencida de que ésta debe ser una elección basada en un aspecto profesional técnico de preparación, pero también de vocación. Si bien trabajo como coordinadora de una ponencia, tengo convicciones y criterios jurídicos que muchas veces no coinciden con los del magistrado. Soy mucho de discutir, de defender mi criterio con argumentos sólidos, y que me escuchen. Soy autónoma. No va a ser un voto más a favor de un magistrado.

–Como secretaria de estudio y cuenta del TEDF, ¿cuáles son los casos difíciles o controvertidos en los que ha participado?

–Están llegando casos de usos y costumbres de pueblos originarios. Tuvimos el caso de la delegación Tláhuac, donde se declaró la nulidad de la elección de coordinadores territoriales en 2009, y para eso se abrieron todos los paquetes electorales y se hizo el recuento boleta por boleta. Fue muy interesante porque para usos y costumbres existe el principio garantista; a ellos les suplimos totalmente la queja. Se repuso la elección.