Durante el pasado abril la tasa de desempleo mensual de México fue la séptima más baja entre los 31 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo que el panorama es de amplia estabilidad en la zona.

El organismo indica que la tasa de desempleo mensual en su área de influencia se mantuvo estable durante abril de 2010 en 8.7 por ciento, aunque en un nivel cercano al récord de la posguerra.

Refiere que las naciones con las tasas más altas de la zona en el cuarto mes de este año fueron España con 19.7 por ciento; Eslovaquia, con 14.1; Irlanda, 13.2; Portugal, 10.8; Hungría, 10.4, y Francia, con 10.1 por ciento.

En contraste, abunda, las tasas más bajas de desempleo se registraron en Corea, con 3.7 por ciento; Países Bajos, 4.1; Austria, 4.9; Japón, 5.1; Luxemburgo y Australia, con 5.4 por ciento, cada uno, y México, con 5.5 por ciento.

En el caso de México, subraya que la tasa de desempleo mensual aumentó luego de dos meses consecutivos a la baja (fue de 5.2 por ciento en febrero y de 5 por ciento en marzo), para ubicarse en el mismo nivel que tuvo en enero pasado, de 5.5 por ciento.

Con la tasa de abril, México perdió posiciones, toda vez que en marzo pasado se colocó en el cuarto lugar de los países de la OCDE con el menor desempleo, indica el organismo. Datos más recientes muestran que en mayo pasado la tasa de desempleo de Canadá fue de 8.1 por ciento, sin variación respecto al mes previo.

En tanto, en mayo la tasa de Estados Unidos, de 9.7 por ciento, cayó en 0.2 puntos desde abril, lo que refleja la contratación de trabajadores temporales para el censo de 2010. El organismo expone que en abril pasado el número de personas desempleadas en la OCDE se ubicó en 46.5 millones, 3.3 millones de individuos más en relación a igual mes de 2009.

País abierto

En Ciudad del Vaticano el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, estimó hoy que México crecerá por encima de 4 por ciento entre 2010 y 2011.

México ahora se beneficia de la recuperación de Estados Unidos en particular, y del comercio internacional en general. Por lo tanto creemos que puede crecer más de 4 por ciento, entre 4 y 5 por ciento este año y el próximo también, dijo Gurría.

Es la ventaja de ser un país abierto, con muchos vínculos mediante acuerdos internacionales de libre comercio y de protección de las inversiones (que) se está manifestando ahora, así como fue un punto débil antes, porque donde más pegó la crisis fue en el comercio internacional, indicó.

Tras participar en un encuentro sobre empresas sociales organizado por la OCDE y el Vaticano, señaló que una gran responsabilidad fiscal, un déficit bajo –cuando muchos países tienen déficit de dos dígitos– y recuperación en materia de empleo hacen que México destaque positivamente y mantenga la confianza de los mercados.

La situación está vinculada con su propio mérito en cuanto a tener una deuda y un déficit bajos, con acceso al mercado, refinanciando la deuda que vence, además de no tener necesidades nuevas de financiamiento por su déficit modesto, insistió.

Gurría fue uno de los ponentes en la Conferencia Internacional sobre el Empresariado Social, convocada por la OCDE, el Pontificio Consejo Justicia y Paz del Vaticano y el Consejo Nacional de Economía y Trabajo de Italia.

Durante su participación expuso que la economía mundial está saliendo de la recesión, pero anticipó que la desocupación permanecerá en niveles elevados durante los próximos años.

Apuntó que los datos arrojan un índice de falta de empleo en el área de la OCDE de 10 por ciento promedio, con países donde ese indicador es particularmente alto, como por ejemplo Francia y Estados Unidos.

Agregó que en estas naciones la exigencia fiscal será muy alta y eso es preocupante, porque han sufrido una fuerte caída en los ingresos además de verse obligados a elevar los gastos para hacer frente a las ayudas sociales dirigidas a las personas afectadas por la crisis.

Ellos han gastado mucho en salir de la crisis, mientras en 2009 la caída del comercio internacional se acercó a 15 o 16 por ciento, es decir la máxima caída de los últimos años, ponderó.