Llaman a retirar los apoyos de emergencia emanados de la crisis
Martes 15 de junio de 2010, p. 24
Ginebra, 14 de junio. Las economías del Grupo de los 20 (G-20) mantienen la promesa hecha en anteriores cumbres del grupo de no poner barreras al comercio, pero enfrentan un importante desafío a la hora de manejar el impacto sobre las inversiones de las medidas de emergencia por la crisis global, según un informe presentado hoy en Ginebra.
La Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publican su reporte de cara a la cumbre del grupo de los países industrializados y emergentes (G-20) que tendrá lugar el 26 y 27 de junio en Toronto, Canadá.
El texto, que subraya que la inversión extranjera directa se redujo 40 por ciento durante 2009 en los países del G-20 hasta 600 mil millones de dólares, afirma que en general la política de inversiones –en medidas no extraordinarias– apuntó a una mayor apertura y transparencia para los inversionistas extranjeros
.
Los jefes de Estado y de gobierno resisten el proteccionismo, a la vez que intentan volver a la senda del crecimiento y mejorar la confianza de los inversionistas, indican los expertos.
Pero añaden que los dirigentes tienen que concretar a ritmo adecuado el desmantelamiento de ciertos esquemas de emergencia y ventajas otorgadas a determinadas compañías, para no discriminar a otras ni a los inversionistas extranjeros.
Por ello, la UNCTAD y la OCDE piden que se ponga especial atención en determinadas áreas: por una parte, que el Estado abandone a tiempo los activos adquiridos como parte de las medidas anticrisis y lo haga de forma transparente y no discriminatoria.
Esas posiciones, si se mantienen durante demasiado tiempo, pueden crear confusión entre el papel del gobierno como regulador y como propietario, y afectar los procesos competitivos en los mercados de productos y capitales
, afirma el texto del informe.
También llaman a retirar las medidas de apoyo de emergencia a ciertas compañías y sectores apenas la situación económica lo permita, y a avanzar en las reformas fundamentales para restaurar la confianza en el sector financiero y la economía de mercado.
Las organizaciones internacionales, que recuerdan que las promesas de mantener la apertura vencen a finales de 2010, llaman a los gobiernos a extenderlas y a resistir las presiones proteccionistas que persistirán a causa de la crisis.
La apertura a la inversión internacional es una condición previa para una economía mundial fuerte, para la creación de empleo y para la innovación
, concluye el informe.