El dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, viajó a la reunión anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Ginebra, Suiza, para denunciar la política antilaboral del gobierno de Felipe Calderón.

El dirigente podrá participar en el debate de ese encuentro porque el SME es parte de la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de la Energía.

El asiento de los asalariados del país está ocupado de manera permanente por la Confederación de Trabajadores de México (CTM), cuyos informes son muy distintos a los que expresan otros gremios nacionales que buscan ingresar a la reunión de la OIT.

De acuerdo con información de dirigentes sindicales, en la sesión que se realiza este mes en Suiza participará también el secretario del Trabajo, Javier Lozano, y no se descarta que el funcionario y el dirigente del SME coincidan en el mismo espacio físico del encuentro de ese organismo internacional.

Después de la extinción de Luz y Fuerza del Centro, debido al decreto presidencial del 11 de octubre de 2009, el SME presentó una queja ante la OIT.

En principio, el organismo internacional solicita un informe del caso al gobierno de México, con base en el cual se desarrollan otras indagatorias acerca de la presunta violación de leyes domésticas.

Aun cuando se comprueben las anomalías y/o violaciones a los convenios de la OIT, el organismo emite una recomendación que no tiene carácter sancionador, sino de llamado al gobierno en cuestión para que se apegue a las normas. Además México no ha firmado diversas convenciones en materia laboral.

El SME ha iniciado una campaña con centrales sindicales de varios países (como Brasil y Estados Unidos) para que soliciten a sus gobiernos que demanden, a su vez, a la administración de Felipe Calderón el respeto de los derechos que reclaman los electricistas mexicanos.

José Luis Hernández Andrade, vicepresidente de relaciones de la Unión Nacional de Trabajadores, explicó que tal estrategia puede ser más efectiva incluso que un llamado de la OIT porque los sindicatos solidarios con el SME pueden promover diversas acciones de presión de sus gobiernos.

La representación oficial mexicana es absolutamente parcial en favor de la postura del gobierno federal, abundó. Así pasó, dijo, con las administraciones priístas y ahora ocurre con los panistas. Permanentemente ocupan el asiento los enviados de la CTM, como Hilda Anderson o Juan Moisés Calleja.

En mi caso, agregó, he tenido la oportunidad de participar en los debates de la OIT, en Ginebra, por medio de la puerta que nos abren instancias como la Federación Sindical Mundial, a la cual pertenece también el SME.