Los gastos de avión y autobús los cubre el gobierno estadunidense
Domingo 13 de junio de 2010, p. 12
Los indocumentados que deciden regresar a México por la franja Arizona-Sonora están siendo trasladados a sus lugares de origen por vía aérea y luego en autobús, en un proceso pagado, excepcionalmente, por el gobierno de Estados Unidos.
Este es uno de los esquemas bilaterales que opera con el apoyo económico de Washington y, pese a las recientes agresiones contra mexicanos, las autoridades procuran una relación institucional para no perder los avances bilaterales en la materia.
Definitivamente, aquí tenemos que ver si la cooperación beneficia a los mexicanos, debemos ofrecerla apretándonos los labios. Si únicamente trabajáramos con nuestros sentimientos, quizá actuaríamos de manera precipitada
, señaló Rolando García Alonso, coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto Nacional de Migración (INM).
En los primeros 12 días de operación del programa de repatriación han regresado a sus lugares de origen cerca de 3 mil mexicanos (la mayoría en avión) y se espera que en la vigencia del mismo (junio a septiembre) vuelvan al país alrededor de 30 mil.
Muchos de estos indocumentados han declarado a las autoridades que su retorno es definitivo, ante la disminución de las oportunidades de trabajo y, sobre todo, por el ambiente antinmigrante en Arizona.
Por medio del Departamento de Seguridad Interior y el Home Land Security, el gobierno de Estados Unidos financia dos vuelos al día Tucson-Ciudad de México, operados por Miami Air, de charters. Todo el proceso de licitación para el envío gratuito de cerca de 120 indocumentados por vuelo corrió a cargo de Estados Unidos.
En los primeros 10 días del programa los vuelos venían a 80 y 85 por ciento de su capacidad, en una operación calificada como exitosa por las autoridades de ambas naciones. Además, quienes se acojan a este programa no serán fichados por las autoridades estadunidenses, según el compromiso de ese país.
Sin embargo, explica el funcionario del INM, nos encontramos casos muy dolorosos, de personas que estaban en el proceso de internarse a Estados Unidos. Por ejemplo, en uno de los recorridos de la Patrulla Fronteriza, en el área del desierto de Arizona, fueron encontrados cuatro migrantes que llevaban muchas horas sin tomar agua.
Se trata –comentó– de gente que fue abandonada por los polleros en pleno desierto y que, por su condición, requerían urgentemente atención médica; tenían un nivel de deshidratación tan severo que ponía en riesgo su vida.
Es por ello –dijo– que debemos afianzar programas como el de repatriación voluntaria para evitar que más mexicanos mueran en su intento por cruzar la frontera norte, especialmente en el desierto de Arizona, en los meses más calurosos.
–¿Cómo es la relación con Estados Unidos, luego de los casos de agresión que han provocado la muerte de connacionales?
–El programa se ha mantenido porque beneficia a migrantes mexicanos, señaló García Alonso, en referencia a que deben continuar la operación de los programas y las negociaciones bilaterales, aunque de manera paralela el gobierno mexicano eche mano de todo lo que está a su alcance para exigir castigo ejemplar
a los responsables de las brutales agresiones contra mexicanos, como los casos recientes de Anastasio Hernández y Sergio Adrián Hernández.