Los Ángeles, 12 de junio. Hollywood nunca ha demostrado mucho entusiasmo por el futbol. Es poca la variedad de cintas que ahí se han realizado sobre este deporte; sin embargo, el furor que se ha despertado alrededor del Mundial Sudáfrica está llegando en pequeñas dosis a la hasta ahora indiferente industria del cine.

En semanas recientes, figuras como Tom Hanks, Morgan Freeman, Jessical Biel o Graham King han hecho comentarios al respecto.

El protagonista de Forest Gump confesó recientemente –durante la promoción de la cinta Toy Story 3, donde presta su voz a Woody– que se considera una excepción en su país por gustarle un deporte que puede acabar con un resultado de empate a cero.

Por su parte, Jessica Biel, la nueva sensación femenina en Hollywood, se declaró fanática del balompié durante una rueda de prensa de su reciente película A-Team (Los Magníficos). La actriz, originaria de Minnesota, quien asegura que no sólo le gusta practicar el deporte, sino que no se perderá los partidos del Mundial, forma parte de un grupo en ascenso.

Bellas y políticos se suman

Se une a Biel otra de las más bellas de Hollywood, Charlize Theron, quien recientemente ingresó al grupo de celebridades que apoyan la candidatura de Estados Unidos para el Mundial de 2018 o 2022. Es de suponer que está satisfecha porque su natal Sudáfrica, ya conseguió organizarlo como primer país africano en la historia de la competición.

Además de Theron, Brad Pitt es otra de las figuras de peso en Hollywood que apoyan la nueva candidatura de su país, que fue sede en 1994. Pitt y más recientemente Morgan Freeman entraron a formar parte del comité organizador para que Estados Unidos sea anfitrión del Mundial. También componen este selecto grupo el director Spike Lee, así como otras personalidades importantes pero ajenas a Hollywood, como el ex boxeador Oscar de la Hoya, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, el ex secretario de Estado Henry Kissinger y el ex presidente Bill Clinton, que aceptó ser presidente de honor.

A pesar que en Estados Unidos el mundial todavía no se acerca en popularidad al Super Bowl, una importante porción de la población comienza a decantarse por este deporte. Muchas celebridades demostraron interés en el partido que hoy jugaron Estados Unidos e Inglaterra, como el comediante británico Eric Idle, que confesó haber apostado por una derrota de su equipo nacional. Los ingleses se sienten muy seguros, pero los estadunidenses tienen un muy buen equipo y será difícil vencerlos. Quizá terminen empatados, expresó.

En tanto, Michael Douglas también expresó su emoción por el encuentro. Soy fanático del futbol y creo que el de Estados Unidos-Inglaterra va ser increíble, dijo; sin embargo, sólo pudo ver la primera parte, ya que tuvo que acompañar a su esposa Catherine Zeta-Jones a Nueva York a los premios Tony, donde está nominada por el recital A Little Night Music.

Para el director de cine Ken Loach, los jugadores de los niveles más altos son considerados más sofisticados. Hay franceses, italianos y españoles y esas culturas traen cierta elegancia que quizá no había hace 10 o 20 años, asegura.

A pesar de la poca difusión del futbol, muchos actores entienden lo que significa la cultura de este deporte. Kevin Costner, que presenció por primera vez un partido del Arsenal cuando rodaba Robin Hood, es más directo al describir la pasión hacia este deporte. Es incomparable la emoción que hay en un estadio, afirma.

Por su parte, el actor Elijah Wood, de la trilogía El señor de los anillos, coincide con el protagonista de Danza con lobos. A Wood le sorprendió mucho la pasión de los ingleses por el futbol. Nunca había asistido a un encuentro deportivo con tanta pasión de los fanáticos, aseguró en alguna ocasión.

Y así, la lista de simpatizantes del futbol continúa: Hugh Jackman, Jessica Alba, Diana Ross, Clint Eastwood son otros que se han dejado cautivar por el deporte rey.

Sin embargo, no todo el mundo sigue el Mundial en Hollywood. De hecho, para los estudios de cine esta fiebre se está convirtiendo en un dolor de cabeza, ya que la asistencia a las salas de cine en Europa disminuye durante la competición. En Reino Unido, el principal mercado de Hollywood, las cifras taquilleras cayeron uno por ciento, así como cinco por ciento el número de entradas durante el Mundial de Alemania 2006. Por eso, la mayoría de los estudios planearon con anterioridad sus más importantes estrenos para que no coincidieran con el mes de locura futbolística.

Lo cierto es que parece que la fiebre mundialista está afectando a todas las esferas en Estados Unidos. La transmisión, tanto en inglés como en español del campeonato anterior, contó con aproximadamente 17 millones de televidentes a escala nacional.

Puede que sea el factor Beckham o quizá el colectivo latino estén impulsando el furor; lo cierto es que a la NBA y la NHL ya les ha salido un rival duro de roer en Estados Unidos, especialmente en las colinas de Hollywood.