El bloqueo de vialidades por el crimen organizado en Nuevo León es una provocación al Estado mexicano y prueba que la estrategia para combatir el narcotráfico no funciona, afirmaron senadores de PRD y PT.

No sólo es un desafío; es una acción concreta de desconocimiento al Estado mexicano, al concepto básico del pacto social, que incluye a la Federación, las fuerzas armadas y la Policía Federal, señaló el senador perredista Tomás Torres.

El petista Ricardo Monreal dijo que “Felipe Calderón no quiere entender que su guerra contra el narco no funciona y cada día la delincuencia se apodera de más espacios del territorio nacional”.

Ramón Galindo, del PAN, incluso expuso que lo sucedido en la zona metropolitana de Monterrey, donde grupos criminales bloquearon las principales vialidades, en protesta por la detención de un jefe de los zetas, es preocupante, porque “queda claro que “la capacidad de maniobra de los cárteles de la droga rebasa la imaginación”.

El hecho de que comunidades tan desarrolladas, tan dinámicas económicamente, como las de Nuevo León, con gran número de población y con la presencia de fuerzas federales, puedan ser susceptibles de maniobras como las que vivimos ayer, es una llamada de atención seria, no sólo para hacer mejor trabajo en materia de combate al crimen organizado, sino también de coordinación entre los órdenes de gobierno, recalcó.

El coordinador panista, Gustavo Madero, sostuvo que es tan grave el clima de violencia provocado por el narcotráfico, con situaciones como el caos vial provocado en Monterrey y otros municipios conurbados de Nuevo León, que todos deben cerrar filas con Calderón en la lucha contra el crimen organizado.