León, España. No obstante que la crisis económica ha generado la reducción de su presupuesto, el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac) ha logrado colocarse en cinco años de funcionamiento como el tercero de España en importancia, afirmó su director, Agustín Moreno, quien dio a conocer las exposiciones que el recinto montará en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Se trata de las muestras La fuerza de la palabra, que estará en el Instituto Cultural Cabañas, y otra de la artista Dora García, que será colocada en la Oficina para Proyectos de Arte (OPA).

También se presentará en la feria el número cero de la revista Radar, que se prevé publicar dos veces al año, pero no como un catálogo de las exposiciones que estén en turno en el Musac, sino como un espacio de reflexión teórica alrededor de temas diversos y con varias páginas dedicadas al arte contemporáneo.

–¿Cuáles son los efectos de la crisis económica en el Musac?

–Ha incidido un poco en la restructuración. Nosotros hacíamos tres ciclos expositivos; ahora hacemos dos, es decir, quitamos un tercio de programación.

A nivel de colección también el presupuesto se ha reducido: teníamos 1.5 millones de euros para acervo; el año pasado fueron 600 mil euros y este año creo que estaremos en 300 mil.

El presupuesto general del museo también se ha reducido, al pasar de 5.5 millones de euros hace dos años a 4.7 millones el año pasado y a 4.2 en este 2010, que ya es el mínimo para poder sacar adelante esto. Es costoso un edificio tan grande, con tanta gente, pero en cambio sigue viniendo mucho público, no hemos notado un descenso. Estamos conscientes de la crisis, de que no es el momento de tirar castillos y la casa por la ventana, pero por otra parte sí es un momento para saber qué quieres.

Aproximación al arte actual

Sin embargo, subraya Agustín Moreno, hay recursos mínimos que es importante mantener. Pertenezco a la Asociación de Directores de Museos de Arte Contemporáneo y hemos hecho un escrito diciendo que también la cultura es un bien y no pueden dejar los presupuestos de muchos museos en los mínimos.

El Museo de Arte Contemporáneo abrió sus puertas hace cinco años, en un edificio de cristal proyectado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Mansilla. Solo la fachada es de paneles de vidrio de colores que conforman un mosaico obtenido a partir de la digitalización del vitral El halconero, el más antiguo de la catedral de León.

Apenas este lunes se realizaban trabajos para desmontar la muestra Primer proforma 2010: Badiola, Euba, Prego, 30 ejercicios, 40 días, 8 horas al día.

La siguiente exposición se abrirá el 26 de junio y se titula Modelos para armar: pensar Latinoamérica desde la Colección Musac, con obra de más de 40 artistas de esa región.

Al principio, el Musac “fue un museo, y es un museo, en el que se hizo mucho ruido, es decir, no solamente una inversión muy fuerte de la junta, sino también mucho más agresiva en el sentido de dar a conocer algo; eso ha fomentado que la ciudad de León haya vivido un antes y un después.

El Musac ha impulsado a la población de aquí a tener una mayor relación con el arte contemporáneo, porque lo tenían con el clásico, pero no con lo actual. Nos damos cuenta de que existe una comunidad que es afín al arte contemporáneo y además el museo se ha posicionado como el tercero de España, sólo detrás del Reina Sofía y el de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Cinco años después, explica Agustín Moreno, toca el momento de la consolidación, es decir, hubo mucho fuego de artificio al principio y ahora es momento de consolidar y de dar mayores herramientas sociales, políticas y de compromiso con la programación que hacemos y de dotar de unas herramientas críticas para que el público pueda tener esa capacidad frente al arte contemporáneo de acercamiento o de alejamiento, pero de manera voluntaria.

Los artistas no necesitan emigrar

El arte contemporáneo en Castilla y León, asevera Agustín Moreno, “ha innovado mucho en años recientes en toda la provincia. Hasta hace bien poco la mayor parte de artistas de esta comunidad autónoma tenían que emigrar porque no había una infraestructura importante.

“Quizás ahora lo que hace falta es una infraestructura a nivel de colecciones, porque el público la hay, pero no a nivel privado. Hay pocos coleccionistas, pero no los hay potentes.

“Es importante que no todo recaiga en el peso de lo público, porque eso en una crisis como la actual se nota más. Muchos de los artistas no tienen que irse o vivir en otras ciudades, sino que desde aquí también se pueden generar propuestas.

“También hay mayor conciencia de territorio y muchos proyectos desarrollados de cuestiones colectivas o que se relacionan con todo lo que es el paisaje rural.

Muchos de los artistas, gracias a que tienen acceso a museos como éste, han logrado obtener ayudas y becas.