Se gesta inconformidad por control comercial de la FIFA
Lunes 7 de junio de 2010, p. 2
Pretoria, 6 de junio. Tras ser sede de una Copa del Mundo, África ya no puede quedar al margen de la agenda internacional. Este continente a menudo ha sido dejado de lado, pero ya no puede ser excluido
, afirmó el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en su cita con la prensa a cinco días del inicio del torneo, en la cual también estuvo el mandatario sudafricano, Jacob Zuma, quien confió en el éxito de la competencia.
Sudáfrica está más que preparada. Para nosotros el Mundial ya ha comenzado
, afirmó Zuma y se ocupó expresamente de dar las gracias a nuestro presidente fundador e icono Nelson Mandela por su dirección visionaria y su talla de hombre de Estado. Ha trabajado duro y se ha implicado en persona para regalarnos este momento de gloria
.
Si Madiba no puede venir, lo comprenderemos. Y si está ahí, será un aliciente más para la competición
, dijo mientras Blatter se sumó a los halagos al líder antiapartheid, quien pese a tener 92 años de edad asistiría a la ceremonia inaugural el 11 de junio, según información oficial.
En los 80 años de historia de las Copas del Mundo del balompié, esta será la primera vez que se dispute en el continente negro.
Será una oportunidad única
para mostrar el potencial de Sudáfrica al mundo, aseguró Zuma, y por ello anunció que este lunes condecorarán a Blatter con el mayor reconocimiento que el país otorga a un ciudadano extranjero. “Cuando los afropesimistas y otros expresaron sus dudas sobre el Mundial, él mantuvo confianza en nuestra capacidad para organizarlo de forma exitosa”, explicó.
Blatter suele decir sin modestia: El Mundial en Sudáfrica es mi Mundial
. Sin embargo, en esa tierra la alegría por la Copa del Mundo también se mezcla cada vez más con la insatisfacción y el rencor, porque la FIFA no deja dudas acerca de quién manda: cuando se trata de dinero, el país anfitrión no tiene mucho que decir.
Para la entidad, Sudáfrica 2010 es un buen negocio, pues sólo por derechos de comercialización, licencias de televisión y patrocinio recibe casi 3 mil millones de dólares, mientras los vendedores callejeros, dueños de tiendas, grandes empresas y los medios están furiosos, ya que FIFA reglamentó y exige su permiso para toda venta y actividad alrededor de los estadios, la publicidad e incluso el trato de los medios.
El que escriba algo que la desacredite
puede ser excluido del Mundial. ¿Qué hace con nuestra Constitución?
, se preguntó el comentarista Tony Weaver, al tiempo que el diario Cape Times destacó: Mientras más escuchamos cómo la FIFA intenta controlar casi cualquier aspecto de nuestra vida en relación con el Mundial, más claro nos queda que cedimos nuestros derechos a Blatter
.
Los sindicatos locales reclamaron que muchos souvenirs son importados de China y los sudafricanos creen que la estricta normativa de la FIFA es un abuso. Su ley afecta a vendedores de salchichas, trompetas, banderas, frutas, bebidas o recuerdos artesanales. Todos los símbolos, emblemas e incluso el número 2010
están protegidos por derechos de autor.