David Julius y Linda Watkins, de EU, y el israelí Barusch Minke, comparten el premio
Sus descubrimientos en el campo de la neurobiología permiten una comprensión más profunda de las bases celulares y moleculares de las sensaciones, señalan los miembros del jurado
Jueves 3 de junio de 2010, p. 2
Madrid, 2 junio. Los científicos estadunidenses David Julius y Linda Watkins y el israelí Baruch Minke, dedicados al estudio del dolor, fueron distinguidos el miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2010 por abrir vías esperanzadoras para paliar un mal que afecta la calidad de vida de millones de personas.
Estos tres destacados investigadores en el campo de la neurobiología sensorial han llevado a cabo descubrimientos que en conjunto permiten una comprensión más profunda de las bases celulares y moleculares de las diferentes sensaciones, en especial la del dolor
, dijo el acta del jurado, reunido como cada año en la ciudad española de Oviedo.
A partir de trabajos complementarios, los tres bioquímicos han descubierto las causas y mecanismos por los que se produce y percibe el dolor, así como otras sensaciones como el frío, el calor y el gusto, según destacó en un comunicado la Fundación Príncipe de Asturias, que concede estos galardones.
Sus investigaciones identifican dianas moleculares a las cuales dirigir una nueva generación de medicamentos específicos para el tratamiento selectivo de diferentes tipos de dolor, especialmente el crónico
, subrayó el jurado.
La fundación explicó que David Julius está considerado pionero en el análisis molecular de los nociceptores, subtipo de neurona sensorial que responde a un amplio espectro de estímulos físicos o químicos de intensidad suficiente para causar dolor. Ganador de numerosos premios, ha identificando el canal TRPV1 como receptor neuronal de estímulos nocivos.
Por su parte, Linda Watkins ha descubierto un nuevo agente del dolor: las células nerviosas no neuronales denominadas células gliales, claves en los mecanismos del dolor patológico.
Sus investigaciones han sido fundamentales en el estudio de las causas por las que algunos tratamientos analgésicos que actúan exclusivamente sobre neuronas no consiguen atenuar el dolor, subrayó la fundación.
Por último, el bioquímico y genetista israelí Baruch Minke, gracias a sus investigaciones sobre la visión en la mosca de la fruta, ha sido el primero en identificar una nueva clase de canales iónicos, llamados TRP, base de la percepción y señalización sensorial.
Esos canales están implicados en la percepción del dolor, del gusto, la temperatura o la luz, entre otras cosas.
Los premios Príncipe de Asturias, que se entregan en octubre en una ceremonia solemne en Oviedo, están dotados con 50 mil euros, una escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos.
De los ocho galardones que se conceden anualmente, éste ha sido el cuarto en conocerse, tras el anuncio del premio de las Artes al escultor estadunidense Richard Serra, el de Ciencias Sociales al equipo arqueológico de los Guerreros de Xian y el de Comunicación y Humanidades a los sociólogos francés y polaco Alain Touraine y Zygmunt Bauman, respectivamente.