Necesaria y urgente, la intervención de las autoridades diplomáticas
, señala el organismo
Lunes 31 de mayo de 2010, p. 13
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó ayer la agresión de policías estadunidenes contra el migrante mexicano Anastasio Hernández Rojas, el pasado viernes 28 de mayo en el cruce fronterizo San Ysidro, California-Tijuana, Baja California.
Un hospital en California declaró ayer la muerte cerebral del indocumentado, por la golpiza que le propinaron varios oficiales estadunidenses cuando estaba a punto de ser deportado, confirmaron familiares de la víctima a la agencia Notimex.
La prima de Hernández Rojas, Verónica Hernández, dijo que el hospital Sharp, en Chula Vista, California, confirmó a la familia que el agredido tiene muerte cerebral
, y que personal médico presiona a sus parientes para desconectarlo
.
Las autoridades en el hospital nos negaban la información, nos decían que mi primo estaba en otro sitio, pero logramos confirmar que se encontraba en el Sharp
, indicó Hernández.
El hospital sólo mantiene contacto con una hija del indocumentado, Daisy Hernández. Según personal del nosocomio, a la esposa del agredido no pueden proporcionarle ninguna información porque no está casada legalmente
.
Las autoridades estadunidenses mantienen detenido como testigo de cargo a Pedro Pablo Hernández Rojas, hermano del migrante hospitalizado, quien también iba a ser deportado.
El consulado de México en San Diego emitió ayer un comunicado en el que condenó enérgicamente el lamentable incidente
, y pidió a los testigos de la golpiza ayudar a esclarecer los hechos.
En un comunicado, la CNDH manifestó que es necesaria y urgente
la intervención de las autoridades diplomáticas del país en defensa de los derechos de Hernández Rojas.
Destacó que las autoridades encargadas de aplicar las leyes y políticas en materia de seguridad fronteriza, tanto en México como en Estados Unidos, deben respetar los derechos fundamentales a la vida y la integridad física de todas las personas.
Señaló que desde el primer momento ha estado pendiente de este hecho y que le dará seguimiento para observar la actuación de las autoridades mexicanas y en su momento emitirá el pronunciamiento que corresponda.
La Patrulla Fronteriza y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, ambas involucradas en el incidente, sólo indicaron que sus oficiales actuaron en defensa propia
. Sin embargo, informes de la policía refieren que el indocumentado fue detenido y esposado el viernes en la noche a unos metros de la frontera.
Cuando los agentes federales le quitaron las esposas, intentó correr y varios patrulleros lo detuvieron, lo golpearon y le aplicaron descargas eléctricas, hasta que el migrante quedó inconsciente
, según el reporte.
Testigos que cruzaban la frontera informaron a organizaciones de derechos humanos y al Grupo Beta en Tijuana que los oficiales patearon al migrante y le aplicaron descargas eléctricas, aun cuando ya no se movía, y desde el lado mexicano había gente que exigía que lo dejaran de golpear.