Zurich. La comisión ética de la FIFA cerró sin castigo el escándalo desatado por David Triesman, ex presidente de la Federación Inglesa de Futbol, quien acusó a España y a Rusia de un acuerdo para manipular partidos del Mundial de Sudáfrica. Triesman habló en una conversación privada de un intento de Rusia de arreglar partidos en la Copa del Mundo de 2010 en favor de la Furia Roja, a cambio de que ésta retirara su candidatura para el Mundial de 2018 y 2022, por la que optan también Rusia e Inglaterra.