Moscú, 25 de mayo. Halcón por antonomasia en el gobierno israelí –esto es, uno de sus integrantes que hace más alarde de su apego a la intransigencia y a la fuerza como única solución para el conflicto del Medio Oriente–, Avigdor Lieberman, ministro de Relaciones Exteriores de Israel, afirmó este martes que con Hamas, el movimiento de resistencia islámica que gobierna en la franja de Gaza, sólo se puede hablar a través del cañón de una metralleta, a través de la mirilla de un fusil automático.

Lieberman, nacido en la Unión Soviética y emigrado en 1978 del extinto país, en fluido ruso pero con inconfundible acento, comentó así el encuentro que, en su visita a Siria, sostuvo el presidente de Rusia, Dimitri Medvediev, con el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, el pasado 11 de marzo.

Entrevistado vía telefónica por la emisora Ejo Moskvy, el canciller israelí dijo que los contactos del Kremlin con Hamas nos complican las cosas y se declaró “halcón”, en el sentido de ser fiel seguidor de Vladimir Putin, quien (a fines de los años 90, al lanzar la segunda guerra ruso-chechena) proclamó como objetivo ahogar en los excusados a los separatistas de Chechenia.

El jefe de la diplomacia israelí cree que la mediación de Rusia y de otros países para propiciar un arreglo en Medio Oriente sirve para poco.

Los mediadores tienen como meta asegurar la paz, el desarrollo económico, reflexionó Lieberman, y explicó: se equivocan al pensar que si hay paz habrá seguridad. Es al revés. Primero hay que consolidar la seguridad, después impulsar el florecimiento económico y solamente después firmar la paz.

Lieberman reiteró su negativa a negociar con islamitas radicales y se preguntó: Tomemos, por ejemplo, a Bin Laden. ¿Qué se le puede ofrecer para que ponga fin a su actividad terrorista? Nada. No necesita nada. No necesita ni territorios ni acuerdos ni dinero. Es sólo un fanático, talentoso y carismático. Por eso, mientras no tengamos un interlocutor racional, que comparta los mismos valores, no tendrá éxito una negociación.

Cinco horas después, la misma emisora, entrevistó también por teléfono al ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, y le preguntó, entre otras cosas, su opinión sobre la reunión de Medvediev con Meshaal en Siria, acentuando en esta ocasión que el presidente ruso interfirió en favor de la liberación de un militar israelí prisionero.

¿Cualquier gestión para liberar a nuestros soldados son bienvenidas. Pero… cómo decirlo… el hecho de que un líder internacional de la talla del señor Medvediev se entreviste con Jaled Meshaal… como que le da a éste más importancia de la que tiene”, respondió.

Y precisó: Es mi opinión. Le hace publicidad gratuita a Jaled Meshaal. Si la presión de Rusia ayuda a liberar a cualquier soldado nuestro, nada que objetar; al mismo tiempo, no me considero facultado para criticar a Rusia y su política exterior. Rusia tiene derecho a sostener conversaciones con quien sea, es asunto del presidente Medvediev, pero me parece que sería más útil no encontrarse con Meshaal.

Un mismo gobierno, dos opiniones. Y las obtuvo, con horas de diferencia, una sola emisora.