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Momentos hipnóticos contrastaron con el estruendo de la batería de Antonio Sánchez

Chick Corea derrochó calidad jazzística en festival de Puebla

El pianista ofreció 12 piezas, entre las que destacaron Spain y El concierto de Aranjuez

Joan Sebastian también dio un concierto, que el respetable disfrutó pese a la intensa lluvia

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Chick Corea y Antonio Sánchez, sorprendidos por la respuesta del público reunido en el Zócalo de PueblaFoto cortesía del festival
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Periódico La Jornada
Martes 25 de mayo de 2010, p. 9

Puebla, Pue. 24 de mayo. El pianista estadunidense Chick Corea y el cantautor mexicano Joan Sebastian ofrecieron dos momentos cimeros en el 12 festival internacional de esta ciudad, la tarde noche del pasado domingo.

La lluvia no impidió que los poblanos y turistas provenientes de varios puntos del país disfrutaran, por un lado, de las finas texturas de Armando Anthony Corea, quien dio muestra de su calidad y versatilidad jazzística, de su conocido ejercicio de fusión, así como de las tonadas del guerrerense Joan Sebastian, todo un icono de la música popular.

Fueron alrededor de dos mil personas las que se reunieron en el Zócalo de esta urbe para gozar del sabor del oriundo de Massachussets, considerado, junto con Keith Jarrett y Herbie Hancock, uno de los más influyentes del piano en el campo del jazz.

El público, reunido alrededor de un escenario ante la imponente catedral poblana, siguió el sonido que por momentos pareció hipnótico, contrario al estruendo emanado de la batería del mexicano Antonio Sánchez, quien acompaña a Corea (entre otros jazzistas de alta calidad). La música pendía y causó que el respetable llevara el ritmo con las palmas o la punta de los pies.

Chick ofreció unas 12 piezas, entre las que destacaron Spain y El concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo.

Sorprendido por la respuesta del auditorio, en su mayoría jóvenes, el músico, maestro de jazz de reconocimiento internacional, que perteneció al grupo de Miles Davis, aplaudía y sonreía manifestando su satisfacción por el entusiasmo del público y la empatía que la música logró. Aunque el suelo estaba mojado, cada uno de los asistentes permaneció en su sitio, digamos que en preferente.

Al final del concierto, el baterista mexicano Antonio Sánchez expresó que cuando era muy joven le dijo a Chick Corea que un día tocaría con él y se me cumplió. Seguirá con él en una gira cuyo siguiente punto será Medellín, Colombia.

Por otro lado, el nacido en Juliantla, Guerrero, se presentó ante más de 25 mil personas en el Complejo Cultural Universitario, donde interpretó las dolorosas.

El llamado torbellino de Guerrero cantó las baladas que a 30 años de creadas están en la memoria colectiva y siguen rompiendo corazones, como Mariposas.

Apareció la lluvia, que en cinco minutos se volvió aguacero. Llegó el momento del estoicismo. Algunos se miraron a los ojos y dijeron: De aquí no nos vamos; aguantaron la mojada de principio a fin. El sonido de la banda, estridente al máximo, golpeaba corazones y diafragmas. Varios gritaban, más que cantar, las letras. Es el cúmulo de recuerdos sentimentales que rodea a quienes gustan de lo grupero, que es la música popular de amplios sectores sociales y que se consume ya sea en discos o en bailes en vivo realizados cada fin de semana en México, Estados Unidos y Centroamérica.

Sorprende que Joan Sebastian, quien alguna vez se despidió del público por sufrir un cáncer avanzado, hoy aguante tanto, hasta cantar en condiciones adversas, como ocurrió el pasado domingo.

El 12 Festival Internacional de Puebla va a la mitad de su desarrollo y aún viene mucho de lo fuerte, como las presentaciones de Chucho Valdés, Charly García, Marco Antonio Solís El Buki y el Grupo Pesado. Para todos esos conciertos ya no hay boletos, y los que quieran llegar al zócalo deberán hacerlo temprano y provistos de impermeable.