Tignes, 24 de mayo. Francia afila sus armas en los Alpes: este lunes el entrenador Raymond Domenech anunció que el defensa William Gallas queda en la lista final de 23 jugadores, porque ya se recuperó de la lesión que lo aquejaba, y probó una alineación que sugiere un estilo audaz para Sudáfrica 2010.

Los aproximadamente 400 aficionados que presenciaron la práctica de la escuadra francesa, a la cual se reintegró Franck Ribery, del Bayern Munich, finalista de la Champions, podrían haber tenido la suerte de presenciar una pequeña revolución.

Allí Domenech, criticado por sus cautelosos esquemas (generalmente 4-2-3-1), ensayó una alineación que parecía titular y sorprendió. Por primera vez en años, el entrenador probó un 4-3-3; es decir, jugó sólo con un mediocampista defensivo en lugar de los dos habituales.

En su penúltima sesión de práctica antes del amistoso del miércoles contra Costa Rica, Francia contó con Jeremy Toulalan al frente de su tradicional línea de cuatro zagueros, compuesta por Bacary Sagna, William Gallas, Eric Abidal y Patrice Evra. Yoann Gourcuff y Florent Malouda, quien jugó en papeles más defensivos, completó el trío en el medio, con André-Pierre Gignac, Thierry Henry y Ribery en la delantera.

En tanto, la Federación Francesa confirmó que, tras la baja de Lassana Diarra por razones médicas, los 23 futbolistas que trabajan en los Alpes integran la convocatoria definitiva de la escuadra, incluido Gallas, quien era duda por lesión en un gemelo. Sobre la salud del jugador del Real Madrid, se explicó que padece drepanocitosis o anemia falciforme, enfermedad genética hereditaria que afecta a la hemoglobina y es frecuente en regiones donde existen casos de malaria.

En Montevideo, Uruguay se alista para jugar su segundo y último partido amistoso, este miércoles ante Israel. El técnico Óscar Tabárez explicó las razones por las que eligió una preparación que privilegia lo físico a los enfrentamientos con otros equipos, antítesis de la estrategia de Javier Aguirre.

Es muy importante llegar al Mundial en buenas condiciones físicas. Nos decidimos por eso. Programar partidos sería bajar la calidad de entrenamiento, afirmó Tabárez, y dijo que prefiere que sus pupilos lleguen descansados y recuperados para estar en condiciones de rendir.

Desde su arribo al banquillo de la Celeste, el estratega impulsó un cambio futbolístico en el estilo, para adaptarla a las nuevas exigencias y, sobre todo, imprimirle velocidad.

El delantero Sebastián Abreu respaldó a su estratega. Estamos apuntando a una nivelación física y de potencia, además de que en su opinión jugar más amistosos sería arriesgado por la manera en que viven los duelos.