Este viernes, el dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, se reunirá con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Guillermo Ortiz Mayagoitia, a quien entregará documentos que sustentan la postura del sindicato respecto a la ilegalidad del decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC).

El dirigente comentó que aun ante un eventual fallo adverso del máximo tribunal del país (como respuesta a la solicitud de amparo de los trabajadores), el SME continuará con la desobediencia civil pacífica.

Si la SCJN incumple su responsabilidad de salvaguardar la Constitución, continuará la huelga colectiva de hambre que desde hace 26 días realiza un grupo de trabajadores en el Zócalo capitalino, advirtió.

Esto es un asunto indefinido. Todos nos hemos mentalizado en decir, a diario: vamos por un día más para que se respete el estado de derecho en el país. La SCJN tiene un problema grave: avalar o no un decreto administrativo ilegal, dijo.

Al tiempo que los dirigentes del SME se reúnen con los ministros del máximo tribunal, el sindicato realiza gestiones y denuncias ante organismos internacionales; la más reciente fue ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. En todas las instancias (internas y externas) argumenta que un decreto administrativo (como el presidencial del pasado 11 de octubre) no puede estar por encima de la Constitución, al eliminar un organismo público descentralizado, con actividades estratégicas, creado con la aprobación del Congreso de la Unión.

¿Cómo va a hacer la Corte para dictar sentencia y, en su caso, dar por legal el decreto de extinción, cuando éste no tiene una base que lo respalde? Es un asunto complicado, dijo.

Esparza opinó que, sin visión de jefe del Estado, el Presidente ha abierto dos frentes: uno contra el narcotráfico y otro contra los trabajadores. Es un error de Calderón pretender arreglar todo sólo con el uso de la fuerza, de la policía y del Ejército. Luego, cuando no le salen las cosas, nos echa la culpa, expresó.

En tanto, continúa suspendida la negociación efectiva entre el SME y el gobierno federal; de acuerdo con Esparza, sólo se ha comunicado vía telefónica con el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Roberto Gil, pero sin llegar a ningún acuerdo.

El subsecretario nos ha insistido en que levantemos la huelga de hambre; nos dice que esta forma de protesta no tiene razón de ser en un Estado democrático, con instituciones, pero nosotros le señalamos que la forma en que dejaron sin empleo a 44 mil trabajadores corresponde precisamente a prácticas de un gobierno autoritario, dijo.

El gobierno federal insistió en su ofrecimiento de enviar médicos al campamento de los huelguistas de hambre, propuesta que no ha aceptado la dirigencia sindical.

El SME sigue encabezando diversas acciones de protesta; ayer había programado un mitin frente a la Secretaría de Energía, donde varios trabajadores se iban a extraer sangre; al final no se realizó. Al mediodía hubo una manifestación de apoyo de integrantes del Instituto Politécnico Nacional, entre otras.