Washington, 19 de mayo. Estados Unidos entabló un diálogo con Cuba para mantenerlo al tanto del derrame petrolero y sus riesgos en el Golfo de México, cuya mancha se acerca al estado de Florida y según expertos podría alcanzar también las costas cubanas debido a las fuertes corrientes marinas, informó hoy Gordon Duguid, vocero del Departamento de Estado.

Puedo confirmar que se desarrolla (un diálogo) de trabajo, indicó el portavoz. Los contactos buscan mantener informada a La Habana del desarrollo de la marea negra, agregó. Les entregamos información relacionada con la causa del derrame, les manifestamos que detener el derrame es nuestra principal prioridad, subrayó.

Asimismo, la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana entregó este miércoles una nota diplomática a la cancillería cubana para informar al gobierno acerca del derrame petrolero y lo que sabemos actualmente sobre el pronóstico de su movimiento, dijo el vocero en torno a la catástrofe que comenzó el 20 de abril con la explosión en una plataforma marina de la British Petroleum (BP).

Estados Unidos desea mantener una línea clara de comunicación con el gobierno de Cuba sobre el desarrollo del derrame, agregó Duguid, luego de que expertos han advertido que la marea negra podría alcanzar en los próximos días las costas del norte de Cuba, los cayos de Florida y el Atlántico.

Duguid explicó que estas conversaciones responden a la decisión estadunidense de informar a todos los países vecinos que pudieran verse afectados. Estamos cumpliendo nuestras obligaciones en cuanto a intentar limpiar la mancha lo más rápido y eficientemente posible, aseveró.

Estados Unidos y Cuba no tienen relaciones desde hace más de medio siglo, aunque han mantenido recientemente diálogos en temas puntuales como migración, intercambio postal y labores de rescate tras el sismo de enero en Haití. A pesar de que el presidente Barack Obama prometió un acercamiento con La Habana cuando llegó al poder, últimamente ambos gobiernos han vuelto a endurecer el tono.

El líder cubano Fidel Castro, en uno de sus artículos de prensa, afirmó recientemente que el desastre petrolero en el Golfo de México muestra el poder de compañías que son las que deciden el destino de los pueblos desde Estados Unidos y Europa.

Cuba, que ha hecho del turismo costero una de sus principales fuentes de ingresos de divisas, ha dicho que monitorea el comportamiento del derrame petrolero en aguas estadunidenses.

Obviamente el establecimiento de relaciones de trabajo entre Estados Unidos y Cuba para facilitar la protección ambiental marina es el primer paso en la planificación de contingencia y la cooperación que será necesaria para una respuesta efectiva y temprana a un derrame de petróleo, comentaron en un artículo el abogado Robert Muse y el experto en petróleo Jorge Piñón.

La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) confirmó que una lengua del derrame de petróleo en el Golfo de México entró a una corriente marina que la empuja hacia el estado de Florida, cuyas costas podría alcanzar en una semana, y eventualmente seguir rumbo al océano Atlántico. La marea negra amenaza cada vez más los arrecifes de coral de los cayos de Florida, según imágenes de la agencia tomadas por el satélite Envisat.

Capturan tres mil barriles de crudo por día

La Guardia Costera estadunidense dio a conocer este miércoles un dato alentador: los análisis de las esferas de alquitrán halladas en las playas de Florida no provienen del derrame petrolero. Pero la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) admitió los riesgos que ahora se presentan para los arrecifes de coral.

Mientras las autoridades de Florida se preparan para la llegada de la marea negra, que ya afecta su industria turística, el gobierno de Luisiana afirmó que una capa de petróleo pesado bañaba sus costas en el primer arribo significativo.

La BP, que continúa con sus esfuerzos por contener la fuga petrolera en el pozo dañado, captura ahora tres mil barriles de crudo por día del derrame en el lecho marino, según dijo un funcionario del Departamento del Interior.

En tanto, los republicanos bloquearon en el Congreso un proyecto de ley que pretendía aumentar las responsabilidades de las empresas petroleras en accidentes como el del Golfo de México. El proyecto preveía aplicar multas por 10 mil millones de dólares a la industria petrolera para cubrir los perjuicios económicos, en lugar de los 75 millones de dólares de la actual legislación en la materia.

Los legisladores alegaron que la cifra había sido elegida en forma discrecional y que podría afectar a empresas pequeñas. Pero el presidente Obama se declaró decepcionado por el bloqueo y señaló que existe el riesgo de que el contribuyente tenga que pagar en el futuro los costos de un incidente como el de BP. Instó a los republicanos a hacer un esfuerzo extrapartidario para impedirlo.

En cambio, 17 senadores demócratas informaron de su intención de pedir que la BP suspenda las operaciones en su plataforma de petróleo y gas Atlantis, en la costa del Golfo de México, hasta que reguladores federales demuestren que la segunda mayor instalación de la región opera con seguridad.