Toluca, Edomex., 19 de mayo. Largas filas, empujones y reclamos hubo este miércoles afuera del estadio Nemesio Diez, al iniciar la venta de boletos para el partido del domingo, mientras adentro todo era calma y optimismo para la final que comienza este jueves.

En su última práctica, Toluca reconoció la peligrosidad ofensiva de Santos, pero se adelantó que buscarán explotar sus defectos. El técnico José Manuel de la Torre destacó que el ánimo está muy alto y lo respaldaron las sonrisas y emoción de sus pupilos, momentos antes de viajar a Torreón.

El timonel agradeció el apoyo de la afición, pero también dijo que le asombra que ahora hasta sus críticos lo halaguen por alcanzar su segunda final en el banquillo de los Diablos Rojos.

Tengo toda mi vida dentro del ambiente del futbol y sé que cuando las cosas no te salen, siempre habrá gente que te chifle. Y cuando están bien, todo el mundo se quiere subir al barco. Es normal, comentó.

Con inusual soltura, el Chepo dejó al descubierto sus sentimientos, a pocas horas de iniciar la serie decisiva: He madurado, a pesar de que de vez en cuando me equivoco y reacciono, aclaró antes de admitir que el paso de los años no merma su emoción ante una final. No dejo de vivirla como siempre, como el primer día que entré a jugar al futbol, con la misma ilusión.

Sin embargo, no se confía, porque los Guerreros son un equipo muy fuerte, con buenos jugadores. Siempre ha sido bien dirigido y también ha sido una plaza muy complicada.

Descartó poner especial atención en alguna de las líneas del rival, porque todas las zonas del campo son importantes, cualquier jugada hace la diferencia, no podemos subestimar absolutamente nada.

El defensa Diego Novaretti, en cambio, aceptó que preocupa la ofensiva lagunera, pero no le tenemos temor sino respeto.

–¿Cómo frenar a un grupo de jugadores capaces de hacer siete goles en un juego de liguilla? –se le preguntó.

–Con mucho trabajo y cuidando los detalles –respondió.

Tienen una delantera muy buena y explosiva, buenos jugadores y están bien parados atrás, pero también tienen sus defectos y hay que saber aprovecharlos, agregó Carlos Esquivel.

Novaretti aprovechó la ocasión para realzar el mérito de su equipo por llegar a la final, pese a que nadie creía en ellos al inicio de la temporada. Tuvieron dificultades para adaptarse a los cambios en el plantel y sufrieron golpes.

El 7-2 que les asestó el América en el estadio Azteca fue uno de los más duros, reconoció, pero supimos corregir errores y salir adelante, pudimos levantarnos.

En la calle, algunos aficionados acamparon hasta por dos días y otros madrugaron para alcanzar entradas, pero pocos lograron su cometido. Tras largas filas, en minutos volaron las localidades más baratas (200 pesos), que adquirieron los revendedores, según denuncias de los seguidores del club.