En el proyecto de dictamen Cossío se opone a que el máximo tribunal atraiga el caso
Otros ministros consideran que deben definirse criterios sobre proporcionalidad de las penas
Miércoles 19 de mayo de 2010, p. 9
Este miércoles se espera un intenso debate en la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la conveniencia de ejercer su facultad de atracción para revisar las condenas que un juez federal dictó contra los secuestradores de Hugo Alberto Wallace.
El proyecto de dictamen elaborado por José Ramón Cossío se opone a que la SCJN conozca del asunto, aunque se sabe que otros ministros consideran que el asunto es importante y trascendente, porque permitiría al máximo tribunal determinar criterios sobre la proporcionalidad de las penas, las cuales en la actualidad son muy dispares.
Hace unos meses, la Corte admitió a trámite la solicitud presentada por el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Arturo Chávez Chávez, para que los ministros revisaran las condenas dictadas contra César Freyre Morales o José Antonio Hernández Lozano; Alberto y Antonio Castillo Cruz, y Juana Hilda González Lomelí.
La PGR se hizo eco de la demanda de la madre de la víctima, Isabel Miranda de Wallace, quien señaló que las sentencias son insuficientes y reclamó que se les aplicara la pena máxima de 90 años por los cuatro delitos que se les imputaron: privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro, extorsión, posesión de armas de fuego y municiones de uso exclusivo del Ejército.
De acuerdo con fuentes judiciales, los ministros que no comparten la opinión de Cossío consideran que si atrae el caso, la Corte tendría la oportunidad de fijar, por primera vez, criterios en materia de proporcionalidad de penas, ya que jueces y magistrados aplican su criterio de manera heterogénea.
Además, agregaron, la SCJN podría definir parámetros sobre temas relacionados con el modelo de readaptación social –legalmente vigente– o respecto de los crecientes cuestionamientos que se hacen en diversos sectores porque los delincuentes acusados de secuestro difícilmente se regeneran y, por tanto, las sentencias deben garantizar una larga condena, en la práctica perpetua.
Se espera una votación dividida del asunto que será revisado por la primera sala.