El comité ciudadano del barrio de San Lucas, en la delegación Iztapalapa, integrado para la defensa de la salud de los vecinos, acudirá a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para presentar documentos que acreditan los padecimientos físicos que tienen habitantes de la zona causados por la operación de la empresa American Roll, dedicada a la industrialización de asbesto.

Con los dictámenes médicos solicitarán que personal de la Cofepris evalúe a los afectados para que el gobierno federal tenga evidencias del daño que ha causado a su salud dicho material y ordene la salida inmediata de esa empresa de la zona.

En esta temporada de calor los vecinos han padecido no sólo altas temperaturas, sino la falta de ventilación en sus hogares, porque no pueden abrir las ventanas debido al olor que despide la fábrica, el cual, dijeron, es insoportable, y por las tardes la gente se queja de dolores de cabeza y problemas en la piel.

Debido a los daños ambientales, la matrícula de la escuela primaria Año de Juárez, localizada en Comonfort e Iturbide, se redujo, ya que se encuentra a escasos metros de American Roll y los padres de familia temen que sus hijos se enfermen por las sustancias tóxicas que emite la empresa.

Dijeron que durante años han solicitado apoyo a los gobierno del Distrito Federal y de la delegación Iztapalapa, pero no han tenido repuesta, por lo que analizan acudir a la Cámara de Diputados para solicitar su intervención.

El jueves pasado acordaron que ayer acudirían a la Asamblea Legislativa con la jefa delegacional de Iztapalapa, Clara Brugada, pero el compromiso se congeló porque la funcionaria tuvo asuntos que atender y la fecha quedó pendiente.

Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal informó que, de acuerdo con la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, y otras tres normas en la materia, la vigilancia y cumplimiento ambiental del funcionamiento de la empresa American Roll es competencia del gobierno federal.

Remarcó que la operación y vigilancia del cumplimiento ambiental de esa industria procesadora de asbesto es un giro que compete al gobierno federal en materia de emisiones a la atmósfera, así como del registro de emisiones y transferencia de contaminantes y residuos peligrosos.

Por ello, dijo, la autorización en dichas materias corresponde al gobierno federal, por conducto de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y la vigilancia del cumplimiento u omisión de la misma, así como las sanciones correspondientes, son competencia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

Luego de la protesta que realizaron los vecinos el jueves pasado para denunciar los problemas en su salud, de los que hacen responsable a esa empresa, la dependencia dijo que ésta cuenta con licencia ambiental única para el DF 2009, expedida por la Dirección de Regulación Ambiental, mediante la cual está obligada a reportar emisiones de ruido y descargas contaminantes al drenaje.