La Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados aseguró que, antes de que disminuya la violencia, se espera un golpe severo, e integrantes de esa instancia legislativa revelaron que el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general Guillermo Galván Galván, les anticipó hace un mes que se preveían golpes de alto impacto de la delincuencia organizada contra dirigentes políticos.

El presidente de esa comisión legislativa, Ardelio Vargas (PRI), dijo: Se esperaban acciones de alto impacto como ésta, en referencia a la desaparición de Diego Fernández de Cevallos. Necesariamente esta violencia alcanzará algunos objetivos de alto impacto, lamentablemente. Incluso, sostuvo que no hay duda de que el objetivo central de los que agredieron al político panista era precisamente la privación de su libertad, y a partir de ello el gobierno de Felipe Calderón debe considerar el cambio en la estrategia contra el narcotráfico.

Por su parte, el vicecoordinador de la diputación panista, Carlos Pérez Cuevas, afirmó que se debe esperar a que la Procuraduría General de la República (PGR) aclare las condiciones de la desaparición de Diego Fernández de Cevallos, para evitar que se repita lo que ocurrió con la niña Paulette Gebara. Por no esperar los tiempos y no tener elementos, hoy no sabemos si fue homicidio o la niña se suicidó, dijo.

En cambio, legisladores integrantes de la Comisión de Defensa señalaron que no puede disociarse el impacto político de la desaparición del ex candidato presidencial del Partido Acción Nacional, y el efecto que esto tiene en el grupo compacto ligado al también ex senador.

Los diputados confirmaron que en la reunión sostenida en abril con el titular de la Sedena, éste sostuvo que se esperaban golpes de alto impacto en la clase política, y por ello les pidió la aprobación de un marco legal que permitiera al Ejército llevar a cabo intervenciones telefónicas y de Internet, la cancelación de actos públicos masivos, el cierre de calles y la posibilidad de retener hasta 48 horas a detenidos antes de entregarlos al Ministerio Público.

Los legisladores consultados pidieron la reserva de sus nombres, luego de que, explicaron, la Secretaría de Gobernación hizo llamadas telefónicas a las dirigencias de sus respectivos partidos para pedirles cautela en sus declaraciones, con el argumento de que cualquier expresión fuera de lugar podría agravar la situación del ex senador Diego Fernández de Cevallos.

El pasado 6 de mayo, en la sesión de Comisión Permanente, el secretario de dicha instancia, Pablo Escudero, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuestionó las declaraciones del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien días antes había afirmado que a principios de junio disminuiría la violencia. Por el contrario, reveló desde la tribuna del Senado que el general Galván les dijo que la escalada aumentaría en atentados contra funcionarios de alto nivel.

En entrevista, el presidente de la comisión, Ardelio Vargas, afirmó que si los ciudadanos no están exentos de sufrir un levantón, no veo por qué tendría que ser diferente para un político. El ex coordinador de las Fuerzas de Apoyo de la Policía Federal calculó que si no se modifica la estrategia de seguridad pública se corre el riesgo de que las acciones del crimen organizado se conviertan en una amenaza para la seguridad interior.

Por su parte, la vocera de la diputación perredista, Leticia Quezada, consideró que la desaparición de Fernández de Cevallos obliga a una reunión emergente del gabinete de seguridad para modificar la estrategia contra el crimen organizado, y señaló que el probable secuestro del panista altera y vulnera las actividades políticas y electorales.

Finalmente, en un comunicado, la bancada de Convergencia definió que la desaparición del abogado Fernández de Cevallos es la imagen de un país sin ley, sin respeto a las autoridades y menos a la integridad de los seres humanos.