El odio a la homosexualidad no acabará por decreto, dice Conapred
Domingo 16 de mayo de 2010, p. 38
Este 17 de mayo se cumplen 20 años que la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. Así finalizaban siglos de homofobia médica institucionalizada, en la que tener una orientación sexual no hegemónica se consideraba demencia.
Así, ese día quedaba plasmado en la historia de la lucha de los derechos humanos y de los movimientos de la diversidad sexual como simbólico, por lo que, cada año, en esa fecha más de 50 países celebran el Día Internacional de Lucha Contra la Homofobia. Sin embargo, a dos décadas del histórico acontecimiento, la homofobia no está erradicada, continúa manifestándose en el ámbito laboral, escolar, público, político, institucional, sanitario, familiar, interpersonal, religioso, legislativo y jurídico.
Según Amnistía Internacional, hay más de 70 países donde la homosexualidad es delito. Esta orientación sexual está penada en India, y otras partes de Asia y África, en países islámicos y en Nicaragua. Las relaciones homosexuales se castigan con pena de muerte en Emiratos Árabes, Arabia Saudí o Irán, mientras que la sodomía en Afganistán puede ser castigada con la muerte por lapidación.
Los crímenes de odio por orientación sexual son la expresión extrema de la homofobia. En este rubro México ocupa el segundo lugar después de Brasil, el cual tuvo en 2007 su pico de crímenes por homofobia (122 casos) y México registró 104 en 2005.
Según la primera Encuesta Nacional sobre Discriminación en México (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred)/Secretaría de Desarrollo Social 2005) 48.8 de los mexicanos no estaría dispuesto a vivir con una persona homosexual, 11.6 por ciento jamás contrataría a un homosexual y 20.5 sacaría de la escuela a su hijo si su maestro tuviera esta orientación sexual.
Estos resultados son corroborados por organizaciones sociales de la diversidad sexual, padres de hijos no heterosexuales y personas homosexuales que han padecido homofobia.
Hugo Bautista, director de la organización Cuenta conmigo, diversidad sexual incluyente, que trabaja con padres de homosexuales, comenta que hay mucha homofobia en las familias mexicanas con hijos de la comunidad LGTB, la cual se expresa mediante insultos, desprecios, aislamiento o golpes físicos .
“Hay mucha violencia física, pero también sicológica. Padres que no quieren abrazar a sus hijos, que no quieren que les hablen, que no quieren conocer a la pareja, que no conviven en el mismo espacio o que les quieren hacer limpias.”
Gabriel Gutiérrez, embajador contra la discriminación por el Conapred, expuso que la homofobia en México no acabará por decreto presidencial que oficialice el Día nacional contra la homofobia, sino cuando todos la sociedad se comprometa a combatirla.