Caracas, 15 de mayo. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó este sábado la estatización de la empresa NorPro de Venezuela, vinculada a empresas de Estados Unidos y Francia, que produce materiales para perforación en la industria petrolera. También anunció la expropiación de la empresa Matesi, propiedad del conglomerado siderúrgico argentino Tenaris, ante el fracaso en las negociaciones tras la nacionalización decretada en 2009.

Estatícese Norpro y pásese a manos de (la estatal) PDVSA (Petróleos de Venezuela), ordenó el mandatario, durante una reunión con los trabajadores de las industrias del hierro y aluminio.

NorPro de Venezuela es filial de la empresa del mismo nombre con sede en Estados Unidos, en la que tiene participación el grupo francés Saint Gobain.

Además, Chávez, siguiendo las recomendaciones de los trabajadores, decidió nacionalizar el sector del transporte de hierro en estas industrias básicas.

Sin acuerdo

Nacionalícese el sector transporte de la materia prima. Comience el proceso de nacionalización, pidió, tras leer un informe de los trabajadores en el que se aseguraba que es un sector en manos de particulares, que están financiados por el Estado pero cobran sus servicios a precio de oro.

Respecto a la expropiación de la empresa Matesi, del grupo argentino Tenaris, Chávez expuso que no hubo forma de arreglarnos con ellos. Dicen que nos van a demandar no sé dónde, en la corte celestial, que vayan si quieren, pero vamos expropiar, sostuvo el mandatario ante trabajadores.

Matesi, que produce tubos de acero para la industria petrolera, fue nacionalizada hace un año junto a otras empresas del sector siderúrgico. Según Tenaris, que pertenece al grupo argentino Techint, el Estado venezolano había asumido el control de la firma hace meses y había negociaciones en curso.

Junto a Matesi fueron nacionalizadas firmas como Consigua y Tavsa, que fabrica tubos de acero y también tiene capital argentino, además Orinoco Iron y Venprecar, que forman parte de la compañía venezolana International Briquettes Holding (IBH), dedicadas a la venta a todo el mundo de barras de hierro compactadas en caliente.

A mediados de 2008, Chávez nacionalizó Sidor, la mayor acería del área andina y del Caribe, cuya mayoría accionaria pertenecía al conglomerado argentino Techint.

A penas el pasado jueves el gobierno venezolano decretó la adquisición forzosa de Molinos Nacionales (Monaca), filial de la mexicana Gruma, el mayor productor de harina de maíz y tortillas en el mundo. En ese caso Chávez argumentó motivos de utilidad pública y agregó que la adquisición “forma parte de la ejecución de la obra ‘consolidación de la capacidad de procesamiento socialista agroindustrial para la Venezuela del siglo XXI’”.

A partir de 2007 Chávez ha lanzado una serie de estatizaciones para tomar el control de multimillonarios proyectos en los sectores petrolero, eléctrico, bancario, siderúrgico y de alimentos, entre otros, en su cruzada por implantar el socialismo en el país.

Autoridades venezolanas allanaron cuatro presuntas casas de cambio que operaban ilegalmente en el país y detuvieron a una persona, en un operativo activado tras la reforma de una ley para regular la cotización del dólar paralelo.

La Asamblea Nacional modificó esta semana la Ley Contra los Ilícitos Cambiarios, que otorgó plena exclusividad al Banco Central de Venezuela (BCV) para la venta y compra de divisas en el país.

La ley contempla sanciones con multas y penas de prisión de dos a seis años, según la página de internet del legislativo. No obstante, la reforma de la ley aún no ha sido publicada en la Gaceta Oficial.

Las redadas se produjeron la noche del pasado viernes, poco después de que Chávez prometió acciones para evitar actividades ilegales de cambio, luego del derrumbe del bolívar frente al dólar en un mercado de dólar paralelo.

Esta semana la divisa llegó a cotizar 8.2 bolívares por dólar, superando las tasas oficiales, de 2.6 bolívares por dólar para bienes esenciales y de 4.3 para otros sectores en hechos que son atribuidos por el gobierno a la especulación.

Además, Hugo Chávez, advirtió a los bancos privados que si no dan créditos, van a terminar intervenidos. Si ellos usaran el dinero para prestar a la agricultura, a la infraestructura, bueno, eso estaría bien. Pero no, a ellos les gusta el mercado especulativo, señaló el mandatario.

El gobierno de Chávez ya intervino un total de ocho bancos de pequeña y mediana importancia entre noviembre y diciembre de 2009, para garantizar el saneamiento del sistema financiero nacional. De estos, dos fueron liquidados y otros cuatro nacionalizados y fundidos en el nuevo banco estatal Bicentenario. Con esas intervenciones el Estado concentra en sus manos más de 25 por ciento del sector financiero nacional.