Morelia, Mich, 13 de mayo. Mientras Mauricio Romero, defensa del Morelia, se disculpó con el santista Oribe Peralta, por haberle dado una patada en la cara, la directiva del equipo de la Comarca Lagunera anunció que enviará una protesta a la Federación Mexicana de Futbol, porque el árbitro Francisco Chacón presenció la acción y no señaló nada.

Me disculpé en el momento de la falta. Lo que pasa es que con la misma inercia del juego pasó, pero yo no tengo nada contra el jugador, comentó Romero, quien agregó que son circunstancia del partido y todo tiene que quedar en la cancha.

Mientras tanto, a su llegada a Torreón, el técnico Rubén Omar Romano se mostró molesto con el desempeño del silbante Chacón, a quien calificó de polémico, pero eso ya pasó. Ahora quedan 90 minutos con el apoyo de nuestra gente.

Santos y Morelia llegarán al duelo de vuelta de las semifinales del torneo Bicentenario con un empate a tres goles. El veterano Jared Borgetti recordó que todo lo que necesitan es ganar 1-0 y estaremos en la final.

Piensa que este sábado la virtud del equipo debe ser la paciencia para buscar la victoria: La ventaja que los Guerreros tienen es jugar en casa con el empate en su favor. Obviamente es algo bueno para ellos, pero a Monarcas no le queda otra más que salir a ganar y jugar un buen partido.

Su compañero Marvin Cabrera consideró que Santos es un equipo muy vulnerable defensivamente, pero ataca bien. O sea, le puedes hacer muchos, pero también ellos. Entonces habrá que tener calma, paciencia, para buscar ese gol que nos dé el ansiado pase, y siento que lo podemos hacer.

Por su parte, el presidente del equipo michoacano, Álvaro Dávila, aseguró que ya no recurre más a las cábalas, porque antes era capaz de cualquier cosa.

Ya las olvidé. Antes era muy cabalero, pero la verdad eso es bien complicado porque luego se te olvidan, y luego les digo por qué, pero usaba la misma ropa interior como un mes. Entonces ya me da flojera, la verdad.

Luego del 3-3 en el partido de ida, dijo que “por un lado me gustó que el equipo, a pesar de verse abajo en el marcador, siempre remontó.

Esa parte de la personalidad o el espíritu de triunfo me gustó, pero no le agradó el antecedente de que las anotaciones fueron propiciadas por errores nuestros, sin demeritar al rival ni nada.