Familias que viven en condiciones de hacinamiento o en casas con daños estructurales y en riesgo de derrumbarse son las principales beneficiarias del Programa de Mejoramiento de Vivienda (PMV) del Instituto de Vivienda del Distrito Federal, el cual, según denuncias del personal que lo opera, se pretende desvirtuar para beneficiar a las grandes empresas constructoras.

Durante 16 años, los hermanos Zárate, junto con sus respectivas familias, vivieron amontonados en una casa de un nivel, ubicada en la calle Xixitla, en la colonia Arenal, cuarta sección, en la delegación Venustiano Carranza, única propiedad que poseen.

Conforme íbamos creciendo, se hacían cuartos y cuartos, que no tenían una buena estructura, sin ventilación e iluminación. No teníamos un espacio propio, todos tenían que pasar por los cuartos de otros, recuerda Mónica, esposa de José Guadalupe Zárate.

Una de las casas construida con apoyo del Programa de Mejoramiento de Vivienda, en la colonia El ArenalFoto Yazmín Ortega Cortés

Esta situación, agregó, complicó mucho la relación familiar; había muchos problemas por el uso del baño, de la cocina, que si te toca lavarlo o porque no podíamos bañarnos, entre otros problemas que iban deteriorando la convivencia.

En 2007, acudieron al Invi para solicitar un crédito del PMV. Se les asignó un arquitecto que los asesoró en la realización del proyecto, el cual incluyó la demolición de la construcción original para edificar una nueva vivienda de cuatro niveles que ha permitido mejorar la calidad de vida de esas cinco familias conformadas por 27 integrantes.

Cada uno de los hermanos recibió un crédito de 90 mil pesos con el que comenzó la nueva edificación, en la que cada familia tiene su vivienda, con baño, cocina y recámaras, según las necesidades de cada una, además de que cada quien paga su consumo de gas, electricidad y agua.