No se ha descartado la responsabilidad de soldados en ambos hechos
Miércoles 12 de mayo de 2010, p. 7
El Ministerio Público Federal mantiene abiertas las investigaciones y no ha exonerado a los militares de las muertes de civiles en los enfrentamientos ocurridos entre soldados y sicarios frente al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), el pasado 19 de marzo, donde dos estudiantes murieron, y tampoco en cuanto a lo sucedido en Ciudad Mier, Tamaulipas, el 3 de abril, cuando dos menores fallecieron, revelaron funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR).
En el caso de Monterrey, murieron los estudiantes Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo. El pasado primero de mayo, la PGR dio a conocer un avance de la investigación y señaló que supuestamente los decesos se dieron por el fuego cruzado
entre soldados y delincuentes.
Sin embargo, tras la reconstrucción de hechos y los peritajes que se realizaron hace unas semanas, aún no se exonera a los miembros del Ejército Mexicano del fallecimiento de los dos jóvenes, y también se busca la identificación de policías de la ciudad de Monterrey que habían apoyado al grupo de sicarios que emboscaron a los soldados.
Asimismo, los funcionarios entrevistados refirieron que en los días recientes agentes del Ministerio Público Federal, militares y personal de servicios periciales de la PGR realizaron una diligencia llamada mecánica de hechos
, en la que se trató de reconstruir lo sucedido el 3 de abril en Ciudad Mier, donde dos menores de edad perdieron la vida al pasar un retén militar.
El pasado 30 de abril, el procurador de Justicia Militar, general José Luis Chávez García, afirmó que de acuerdo con los resultados de las investigaciones realizadas por las autoridades militares y las procuradurías General de la República y de Justicia de Tamaulipas, los dictámenes de necropsia y criminalística de campo, se concluye que la muerte de los menores Martín y Bryan Almanza Salazar fue a consecuencia de esquirlas producidas por la detonación de una granada (40 milímetros) que impactó en la parte posterior del vehículo
en que viajaban, y que ese tipo de artefacto no es utilizado por la milicia, por lo que presuntamente habría sido arrojada por delincuentes.
Sin embargo, la PGR realiza nuevas diligencias para determinar la mecánica de hechos
, es decir, si esas situaciones ocurrieron así, ya que la familia Almanza Salazar ha señalado que fueron atacados de manera directa e injustificada por los militares.