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Difícil, encontrar apoyo para el frontenis femenil, explica

Combinar maternidad y deporte no es complicado: Rosa María Flores
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de mayo de 2010, p. a15

¿Cómo ser mamá y deportista exitosa a la vez? Rosa María Flores bien sabe resolver esta aparente paradoja.

A las 6:20 de la mañana se levanta y lleva a sus dos niños a la escuela. Después, entrena tres horas y regresa al hogar. Los fines de semana, la rutina incluye juegos en frontones y preparar a sus hijos con la raqueta. La capitalina es hoy una de las mejores exponentes mexicanas de frontenis, imbatible en su categoría desde 1988 y ostenta un palmarés excepcional.

Fue campeona mundial juvenil en Biarritz (1988) y después ganó 10 medallas de oro, una de ellas en los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, cuando el deporte participó como exhibición. Las demás, tres en Panamericanos (1991, 1995, 2003), cuatro en mundiales (1990, 1994, 1998, 2006), y dos en copas del mundo, donde también obtuvo dos platas (1997, 2001, 2005 y 2009).

Combinar maternidad y deporte no es mayor complicación, porque como estudié para maestra, toda mi carrera trabajé. Salía a las 12:30 y hasta en la noche andaba en los frontones, y aclara que fue su madre, Hortensia Buendía Durán, una de las primeras mexicanas en jugar frontón, quien la inició y entrenó en la práctica deportiva.

Rosa María pertenece a la generación siguiente, pero no encontró mejores condiciones. Algunos dicen, ¡ay!, es mujer, le pega quedito, con ella no. Pero los que te valoran te invitan, aunque no les gusta perder con mujeres. Desde chica te acostumbras a jugar con hombres. Cuando son niños no se fijan y si vas siendo hábil te van aceptando. La diferencia biológica se ve después, y con ella la discriminación, pero como la mujer es más fuerte de mente, eso te hace igualarlos.

Aunque de sus viajes recuerda que los españoles “son ciento por ciento machistas, en un mundial vi un cartelón que decía: ‘el frontón es sólo para hombres’”, advierte que en México el camino tampoco ha sido fácil. El hecho de que las mexicanas podamos participar en mundiales llegó apenas en 1988, cuando José Gómez Zaragoza vio que jugábamos y se sorprendió. Entonces luchó para que se nos incluyera, cuando mi mamá jugaba desde los años 50.

Pese a ser multimedallista y recibir una beca, Rosa María admite que no te da para vivir del frontón. Falta apoyo, los medallistas de exhibición tenemos la mitad de beca de lo que ganan los demás, y eso habla muy mal del país, bueno, de los dirigentes. Quienes ganaron preseas de exhibición reciben 6 mil 500 pesos al mes, la mitad que quienes compiten de manera oficial en Juegos Olímpicos. Aunque la cifra es baja, Flores rescata que antes de 2008 el subsidio era la mitad.

Con el antecedente de contar con cinco décadas de práctica y apenas 20 de reconocimiento, la variante femenil está más golpeada aún. En campeonatos, las mejores bolsas son de 150 mil pesos, a dividir entre 16 en el caso de los hombres. En mujeres es de risa, 20 mil pesos divididos entre las cinco primeras parejas; es decir, 2 mil por salir campeona.