El proceso de refrendo y reafiliación que comenzó el PRD la semana anterior generó otra vez diferencias entre las corrientes. Izquierda Democrática Nacional (IDN) acusó a Nueva Izquierda y Alianza Democrática Nacional (ADN) de querer adjudicarse 50 afiliaciones diarias en cada uno de los 211 módulos que serán instalados a escala nacional para asegurarse de que mantendrán bajo su control la presidencia nacional del partido en las elecciones del 5 de diciembre próximo.

Los de ADN, en tanto, manifiestan que atrás de esas acusaciones está la intención de Dolores Padierna de hacerse del cargo. Entre militantes aún existen dudas sobre cómo será conducido este proceso, que durará un año. Por ejemplo, si todos fueron dados de baja del tan questionado padrón perredista o aún forman parte de él.

Según la convocatoria correspondiente, todos los incluidos en el listado actual deberán acudir a refrendar su afiliación a título personal para evitar ser dados de baja una vez que, concluido el periodo mencionado, desaparezca la vigencia del aún existente. Se establece que quien desee participar en las elecciones internas deberá hacer el refrendo tres meses antes de la jornada electoral de que se trate.

Dolores Padierna advirtió sobre la intención de la dirigencia nacional de querer entrampar el proceso, lo cual, de darse, obligaría a los de su corriente, IDN, a instrumentar otro tipo de estrategia para cambiar las cosas dentro del PRD.

En la dirigencia nacional del partido se pretende construir un padrón con altos estándares de confiabilidad técnica, luego de admitirse que las condiciones bajo las cuales se ha integrado históricamente (el listado) se basan principalmente en la afiliación corporativa y, en ocasiones sesgada, lo cual impide garantizar estándares de certeza técnicos, estadísticos y metodológicos sobre el total de su composición.