Enfrenta la petrolera británica demandas civiles de pescadores y empresas turísticas
Pueden pasar meses para que el derrame esté bajo control, admite el presidente de la compañía
Lunes 10 de mayo de 2010, p. 30
Washington, 9 de mayo. La justicia de Estados Unidos intenta determinar si la empresa British Petroleum (BP) cometió una falta en la plataforma Deepwater Horizon, que estalló el pasado 20 de abril en el Golfo de México y en la que murieron 11 trabajadores, indicó el secretario de Justicia, Eric Holder, mientras el Congreso prepara una serie de audiencias para comprender la causa del desastre.
En declaraciones a la cadena ABC, Holder dijo que envió al lugar a representantes del Departamento de Justicia para ver si hubo fallas de ejecución o de conducta por parte de BP
.
La petrolera británica ya fue demandada por lo civil en varias denuncias colectivas, la mayoría de pescadores o empresas turísticas que se han visto afectados por la marea negra. Al menos 5 mil barriles (795 mil litros) de petróleo al día son derramados al Golfo de México.
El derrame amenaza con ser un desastre ecológico para playas, refugios de vida natural y campos de pesca en Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, y obligó a replantear al presidente estadunidense, Barack Obama, los proyectos para abrir más aguas a la perforación en busca de crudo.
El Congreso estadunidense prepara una serie de audiencias para comprender las causas del accidente y las responsabilidades de BP, de otras compañías implicadas e incluso del gobierno.
Lamar McKay, directivo de BP Estados Unidos, responderá el martes ante la Comisión de Energía y Recursos Naturales del Senado.
Además, el dispositivo anti-explosión
de la plataforma, que pertenecía a la firma Transocean, con sede en Suiza, falló en varias ocasiones. Este aparato fabricado por Cameron International –empresa con base en Houston– será el centro de los debates en el Congreso.
Los cuestionamientos de los congresistas se centrarán sobre este punto en otra audiencia prevista para el miércoles ante la Comisión de Supervisión e Investigación de la Cámara de Representantes, dedicada en particular a las medidas de seguridad.
Hay que saber quién fabricó los dispositivos de seguridad, quién los manejó y quién tiene la responsabilidad
, declaró el senador Bill Nelson de Florida, uno de los estados que podrían sufrir las consecuencias de la marea negra.
Además de las empresas privadas implicadas en el incidente, los legisladores quieren examinar el papel del gobierno en la supervisión de la seguridad de las plataformas marítimas.
Es ahí donde interviene una pequeña agencia del Departamento de Seguridad Interior, llamada Servicio de Manejo de Minerales (MMS por sus siglas en inglés), encargada de la gestión de los recursos mineros y petroleros estadunidenses.
La credibilidad del MMS ya fue cuestionada, cuando varios de sus empleados estuvieron implicados, en 2008, en un asunto de corrupción que incluía múltiples regalos, entre ellos cocaína y encuentros sexuales
.
Ken Salazar, el secretario de Seguridad Interior del que depende el MMS, debía responder la semana próxima ante el Congreso, pero su audiencia fue postergada porque estará en la zona afectada.
Ingenieros de BP buscan una solución para contener la fuga luego que el sábado sufrieron un duro revés en su intento por controlar el derrame con un enorme domo de metal.
La petrolera espera tardar dos días en delinear su próxima medida, dijo Doug Suttles, jefe de operaciones.
La gente trabaja sin parar en las oficinas centrales de BP
, señaló el almirante Thad Allen, de la Guardia Costera estadunidense, a la emisora National Public Radio este domingo. Aunque guiar las operaciones a una profundidad de 1.6 kilómetros complica el desafío, señaló.
El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, declaró el domingo al diario británico Telegraph que podrían pasar semanas o meses antes de que el derrame esté bajo control. Hayward señaló que la compañía podría gastar 10 millones de dólares al día en los esfuerzos de limpieza.
Ingenieros de BP exploran caminos para superar el problema del domo.
Las posibles soluciones pueden incluir el uso de agua caliente para elevar la temperatura de los hidratos en el fondo marino, o la utilización de hidrocarburos como metanol para hacerlos menos espesos, agregó Suttles.
Si el problema es resuelto, ingenieros adjuntarían un ducto al domo y bombearían el petróleo capturado a un tanquero en la superficie. La meta es recuperar 85 por ciento del crudo derramado.