Oaxaca, Oax., 9 de mayo. Maricela Zurita Cruz, con el cabello negro recogido con un listón rojo y blusa oaxaqueña, habló con confianza ante un público de unas 70 personas, entre donantes y gente cercana al Fondo de Becas Guadalupe Musalem, en el patio de un restaurante oaxaqueño. Ahí estaban Lila Downs, el Trío Santo Domingo y Ana Díaz, quienes, tras las participaciones habladas, el pasado jueves, ofrecieron un breve concierto para recaudar fondos y agradecer a los donantes mayores.

La joven chatina de 19 años, quien habló de parte de las graduadas de la beca, traía unas hojas en la mano en las que apuntó su discurso, pero no las leía, sólo las consultaba de vez en cuando.

Orgullo para el grupo

Cuando iba a salir de la secundaria dudaba si seguir estudiando, porque sentía que la mejor manera de ayudar a su madre, viuda, a sostener a sus hermanos menores era saliéndose de la escuela. En la secundaria le contaron de la beca Guadalupe Musalem, que apoya a jóvenes indígenas oaxaqueñas para que estudien. Metió la solicitud, la entrevistaron y quedó seleccionada. Así pudo hacer el bachillerato en la ciudad de Oaxaca. Los fines de semana vendía dulces, zapatos, lo que se pudiera, para ahorrar para la universidad. Ahora estudia el segundo semestre de la licenciatura en ciencias de la educación, en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.

La educación nos da libertad, siempre y cuando esté a nuestro alcance, dijo a los reunidos, quienes la escuchaban mientras tomaban su coctel de mezcal y mango.

Maricela es un orgullo para el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (www.gesmujer.org), que constituyó las becas. Obtuvo el Premio Nacional de la Juventud 2008 y este año viajará a Estados Unidos, junto con otros jóvenes mexicanos, para participar en un seminario de liderazgo. Forma parte de la coordinación del grupo joven de la Casa de la Mujer, sede del grupo de estudios.

En pocas palabras, la beca le cambió la vida.

Maricela contó a La Jornada que lo académico es sólo una parte de lo que representa la beca. Antes, confesó, era muy competitiva y pensaba: no confíes ni en tu propia sombra. Pero al conocer a sus compañeras becarias y hacer trabajo voluntario en la Casa de la Mujer, vio que si una de ellas aprendía algo, eso beneficiaba a todas, y que si crecía una, crecían todas; descubrió que trabajar en colectivo es mucho mejor que individualmente.

Cada becaria tiene asignada una tutora. Mi segunda madre, describió Maricela. Estuvo presente mientras estudiaba en la ciudad de Oaxaca: Ha estado en momentos de soledad.

También asisten, una vez al mes, a reuniones de capacitación con las otras becarias. Les hablan sobre muchos temas, como derechos sexuales y reproductivos, y proyectos de vida. Aprendemos a pensar en un mundo de igualdad, lo cual, aseguró, se contagia a los hermanos varones.

En un video que pasaron durante el acto, otra ex becaria contó: Antes era una mujer con muchos miedos. Pensaba que el rol de una mujer era atender al hombre. Ahora me considero una mujer fuerte, que lucha por sus sueños, por su familia y por su comunidad.

En total se ha becado a 63 mujeres. Actualmente la convocatoria está abierta, hasta el 30 de mayo.

De una u otra forma, Maricela piensa retribuir a la comunidad donde nació, San Juan Quiahije. Éste es, además, uno de los requisitos de la beca.

El acto, clausura de la campaña de recaudación de fondos de este año, se llevó a cabo para juntar fondos y agradecer a los donantes mayores, de Oaxaca y otros estados. Durante la campaña, recabaron en total 868 mil 740 pesos, para becar a 20 nuevas jóvenes.

Tras las presentaciones de la cantante oaxaqueña Ana Díaz y del Trío Santo Domingo, Lila Downs, socia honoraria del Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos, ofreció algunas piezas, acompañada por el mismo trío y Paul Cohen.

A lo largo de los años, Downs ha realizado varios conciertos a beneficio del fondo de becas.

En La cumbia del mole, los presentes se animaron a bailar y la cantante bajó del escenario para acompañarlos en el baile.