La carestía del gas LP motivó a los productores a buscar una forma de bajar costos
La medida permite también la reducción de emisiones contaminantes, aseguran
Lunes 10 de mayo de 2010, p. 36
En Milpa Alta, una de las delegaciones más tradicionales del Distrito Federal, los molineros han optado por las nuevas tecnologías para industrializar el maíz.
El uso de la energía solar para alimentar las calderas en las que cuecen el maíz comenzó a ganar terreno frente al gas LP, con lo que los industriales del ramo no sólo reducen los costos de producción, sino también aminoran los contaminantes emitidos al medio ambiente.
Justino Jiménez Molina, integrante de la Asociación de la Masa y la Tortilla de Milpa Alta, explicó que en 2007, a raíz del incremento desproporcionado
en el precio del maíz que provocó que el kilo de tortilla llegara a 18 pesos, un grupo de molineros buscó alternativas para enfrentar la crisis y sobrevivir.
“En lo primero que pensamos fue en nuestros bolsillos. La idea era abaratar el costo de producción para no aumentar la tortilla. Fuimos a una reunión que convocó el Gobierno del Distrito Federal y ahí nos dimos cuenta de cómo todo estaba siendo manipulado por los grandes consorcios, y después entramos al programa Mi Tortilla de la Secretaría de Economía, y ahí nos asesoramos.”
A tres años de aquella crisis en el sector, la mitad de los molineros de Milpa Alta, donde existen 135 tortillerías, han modernizado sus molinos y calderas con equipos de calentadores solares, que les permiten reducir 70 por ciento el uso de gas LP en el cocimiento del grano, y disminuir en la misma proporción las emisiones contaminantes.
Unas celdas solares colocadas en la azotea calientan el agua en recipientes adecuados. Esto permite que sea mínimo el uso de gas para obtener la temperatura idónea para el cocimiento del maíz. A ello se agrega un ordenador molecular que va directo al fuego, lo que incrementa el calor y reduce aún más el combustible utilizado. El único inconveniente, reconoció Jiménez Molina, es que durante la temporada de lluvia la eficiencia disminuye.
Aun así, agregó, la transformación ha sido benéfica en todos los sentidos, no sólo para los molineros, sino para toda la comunidad, tanto en el tema ambiental como en el económico. Tenemos autorizado vender el kilo de tortilla a nueve pesos, pero ahorita, con todo y crisis económica, aquí en Milpa Alta se ha mantenido entre 7.50 y 8.50 pesos
, apuntó.
Perteneciente a la tercera generación familiar dedicada a la industria del maíz en Villa Milpa Alta, Justino Jiménez señaló que aún existen molineros de antaño que se niegan a los cambios, pero poco a poco se da la transformación.
Su hermano Andrés adelantó que ya están en puerta dos nuevos proyectos para hacer ciento por ciento sustentables los molinos de Milpa Alta. Uno es la instalación de un biodigestor de gas butano –que se obtiene del estiércol de cerdo– para sustituir totalmente el gas LP, y una recicladora de agua, para evitar la contaminación de las tierras.
El diputado local del PRD Alejandro Sánchez Camacho aseguró que su grupo parlamentario promoverá un punto de acuerdo en la Asamblea Legislativa para exhortar al Gobierno del Distrito Federal a impulsar un programa piloto en los molinos de todas las delegaciones rurales, ante los resultados positivos en Milpa Alta.