A partir de marzo, en vísperas de la aprobación de la ley Arizona, el gobierno nacional ha registrado un aumento de retornos voluntarios de mexicanos indocumentados, quienes señalan que regresan por miedo a la cárcel.

Aun cuando el número de repatriados en el contexto del acuerdo bilateral vigente ha disminuido, el paso voluntario por la garita de Nogales, Sonora, es mayor.

En enero regresaron voluntariamente por esa zona 509 mexicanos, y en marzo la cifra subió a 904, según registros del Instituto Nacional de Migración (INM).

Alberto Canedo, jefe de los grupos Beta, de protección a migrantes, alertó que además de la política antimigrante en Arizona, las altas temperaturas colocan a los indocumentados en graves riesgos.

La ley, firmada hace dos semanas por la gobernadora Jan Brewer, que entra en vigor en junio, ha provocado que mexicanos sin documentos que viven en ese estado busquen la forma de volver a sus lugares de origen, regularmente entidades del sur y sureste mexicano.

Cinco de los grupos Beta que existen en México operan en Sonora, seis en otros puntos de la frontera norte, dos en Chiapas, uno en Tenosique –Tabasco– y uno en Veracruz. El INM ha puesto atención especial en San Luis Río Colorado, Sonoyta, Sásabe, Nogales y Agua Prieta.

En el caso de Nogales, fueron repatriados, con el memorando firmado por las autoridades de México y Estados Unidos, 3 mil 241 en enero pasado; 3 mil 162 en febrero, 2 mil 761 en marzo y 2 mil 325 en abril.

De acuerdo con comparativos anuales, aumentó el número de mexicanos que vuelven por cuenta propia, y se alerta que esta tendencia puede incrementarse.

Los grupos Beta registraron el retorno por Nogales de 501 compatriotas en febrero, 904 en marzo y 556 en abril, quienes buscan el apoyo del INM para obtener descuentos en el transporte que los lleve a sus lugares de origen, hacer llamadas telefónicas o alimentarse.

Como difundió La Jornada, ante la política antinmigrante de Arizona será adelantado –y ampliado de junio a septiembre de este año– el programa de repatriación y se financiará el transporte para estos mexicanos; además, se les otorgará un apoyo de mil 500 pesos.

Lo que nos han reportado nuestros agentes es que si bien existe el factor de menos oportunidades en materia laboral, el principal factor de retorno, al menos de la gente que nosotros atendemos, es el miedo a ser encarcelados, aun cuando la mayoría desconoce que todavía no entra en vigor la citada ley, afirmó Canedo en entrevista.

El objetivo de los grupos Beta es convencer a los migrantes indocumentados para que no crucen y eviten arriesgar su vida en una zona desértica donde las temperaturas llegan a alcanzar 47 grados y pululan animales venenosos, como serpientes, alacranes y monstruos de Gila. Además, son presa fácil de extorsión, trata de personas y secuestros.

Al INM toca además orientar y apoyar a quienes regresan, y actualmente se añade el énfasis en la información acerca de la ley mencionada, la cual es considerada racista.