Proyecto faraónico
ejos están los hacedores de esta columna de dudar de la enorme influencia de los legionarios de Cristo en México. Ya lo demostraron al lograr que el gobierno del doctor Ernesto Zedillo interviniera para acallar las voces que denunciaban los atropellos criminales cometidos por su fundador, el padre Marcial Maciel. Cabe esta aclaración ante los mensajes recibidos con motivo de la columna anterior, en la que comentamos la donación de un bien público hecha a los legionarios a través de su obispo Pedro Pablo Elizondo, para erigir una catedral en Cancún. De igual manera, sobre los intentos del obispo Elizondo por hacerse de más terrenos públicos para ampliar dicha catedral y construir una basílica. Un Estado laico cediendo el patrimonio nacional a cambio de bendiciones en tiempos electorales.
Se nos solicita ahora mencionar otro apoyo, de carácter espiritual, y procedente de quien goza de un enorme poder, aunque últimamente muy cuestionado. Nos referimos al papa Benedicto XVI. Y es que en enero pasado, luego de conocer el proyecto del parque Bicentenario y la catedral de Cancún, el jefe de la Iglesia católica bendijo los planos de dichas obras que le mostró monseñor Elizondo durante su visita al Vaticano.
Mientras la ciudadanía expresaba su oposición a este elefante blanco a costa del erario y la ecología, el obispo Elizondo afirmaba que el parque Bicentenario es un proyecto integral que va a favorecer la concurrencia de las familias
; y por ese motivo el Santo Padre avala todas aquellas acciones que fomenten la convivencia entre los integrantes de las familias, que a su vez fortalece los vínculos entre las personas
. La declaración obispal se conoció gracias a un boletín oficial del ayuntamiento de Benito Juárez, cuya cabecera urbana es Cancún.
El boletín incluye otras definiciones sociológicas y antropológicas del citado obispo. Como que el parque Bicentenario, junto con la catedral de Cancún, le devuelven la identidad a nuestra sociedad
. La protesta ciudadana por la bendición papal a la que pretende ser obra magna de Greg Sánchez, el alcalde con licencia de Cancún y actual candidato del PRD a la gubernatura de Quintana Roo, no se hizo esperar. Entre otras cosas, advierten cómo el Papa fue, otra vez, sorprendido al ocultarle los verdaderos alcances de ese faraónico proyecto socialmente rechazado, suntuoso, innecesario.
Por fortuna, las instancias que deben resolver el destino de los bienes terrenales (como la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo y la secretaría federal del Medio Ambiente), han dicho que el parque Bicentenario, con todo y catedral, no cumple con las normas vigentes. Mas nadie cante victoria, porque el obispo, como su protector Maciel, obra milagros en vida.