Hoy llega con 60 copias a las pantallas mexicanas la cinta española Camino, inspirada en hechos reales, aventura emocional que se desarrolla en torno a una niña de 11 años que se enfrenta al mismo tiempo a dos acontecimientos que son nuevos para ella: el enamoramiento y la muerte.

En entrevista con La Jornada, el director Javier Fesser menciona: “Es una película que tenía pensada desde mediados de los años 80 del siglo anterior; desde el primer acercamiento hasta su realización cambió de forma profunda, aunque siempre permaneció intacta la historia de la protagonista.

Lo que más trabajo me costó fue encontrar el punto de vista desde el cual situarme para narrarla, contarla de la manera más objetiva, para que la historia resultara atractiva al espectador.

Cuestionamientos

Fesser explicó que llamar Camino a la protagonista es una forma de entender la existencia de muchos de los personajes de la película, porque es lo que se cuestiona en la historia. Por un lado están quienes tratan de imponer un camino único para todos; por otro se cuestiona cómo utilizan a esta niña, de forma casi involuntaria, como camino para conseguir lo que buscan, en concreto para la explicación de lo sobrenatural de la vida, como acercamiento a Dios y a su voluntad.

Fesser precisó: La religión está dentro del paisaje de la película, y es muy importante, porque los conflictos que se encuentra Camino están condicionados por la visión religiosa de los personajes que la rodean; pero en esencia es una historia de amor y sobre la magia de la infancia, contada a través de los ojos y el corazón de una niña de 11 años. Creo que esta mirada, trasparente, inocente y limpia, es la que finalmente conduce esta aventura, y va más allá de la religión, aunque ésta la intenta manipular.

El director mencionó que en esta historia “hay dos mundos visuales: el de la realidad y el de los sueños, aunque éste, el onírico, para mí pertenece a la realidad. En Camino utilizo los sueños, las pesadillas y la realidad de la protagonista para tratar de desentrañar lo que realmente pasa por su cabeza y su corazón. Mediante sus sueños es posible interpretar lo que teme y lo que ama.

Cuando tienes 11 años no cuentas con la madurez suficiente para articular sentimientos complejos; por otro lado Camino no tiene la libertad de demostrar plenamente sus sentimientos.

El reparto, mencionó Fesser, fue elegido alrededor de la protagonista; lo esencial fue encontrar a Nerea Camacho, quien interpreta a Camino: a partir de ahí elegimos al padre, a la madre, a la hermana y a la tía, porque ella condicionó al resto del reparto.

Camino se estrenó en España hace año y medio. Sobre los comentarios que recibió, el director comenta que tuvo “la fortuna de recibir un feedback hermoso. Al margen de aspectos cinematográficos, ha despertado sentimientos con los que me siento orgulloso. Cuando hablas del amor a la vida da exactamente igual si profesas cierta ideología, creencias, cultura o procedencia; la respuesta general fue inspiradora”.

De las expectativas del estreno en México, Fesser reconoce que “me provoca gran emoción, porque es un estreno ambicioso y siempre he pensado que esta historia puede conectar muy bien con el público mexicano. No sé explicar muy bien las razones, pero creo que compartimos más que la lengua.

Hay un planteamiento de la existencia, un punto de vista sobre la vida, que el público latino en general, y el mexicano en particular, comparte con nosotros (los españoles), por todas las connotaciones culturales que tiene la historia.

Camino se estrena hoy en el circuito comercial; cuenta con las actuaciones de Nerea Camacho, Carme Elias, Mariano Venancio y Manuela Vellés.