Pumas tiene la fe, pero Santos la realidad de su lado. Lo expresa abiertamente el defensa auriazul Marco Antonio Palacios, porque el equipo de Torreón llega a Ciudad Universitaria con dos goles de ventaja y piensa que viene a cuidar ese margen.

Es lógico, dijo el Pikolín; tratarán de administrar el juego. Pueden devorar el tiempo y después precipitarse, porque el marcador está en favor de ellos, agregó.

El futbol es así y frecuentemente el equipo que gana en la ida se hace defensivo en el duelo de vuelta. No creo que vengan a jugar como lo hicieron allá, expuso, pero no lo critica; al contrario, lo entiende: “Ahí está el Inter, que venció 3-1, dejó fuera al Barcelona de la Champions y hoy es finalista; un equipo que se defiende, si gana, para mí es igual de respetable”.

El conjunto de la UNAM no ha perdido la fe e insiste en que no está muerto en la liguilla, pero el Pikolín no elude el riesgo de quedar fuera en estas circunstancia. Esperan remontar en su propia cancha, pero admite que es grande la posibilidad de una derrota cuando está uno abajo y están preparados para todo: Si perdemos, hay que hacerlo con dignidad.

Por eso considera que Pumas debe apostar a anotar lo antes posible, porque un gol puede inclinar la balanza hacia el otro extremo. La presión sería entonces para Santos, estimó el defensa.

Mientras tanto, queda la voluntad del equipo y la esperanza de que se puedan revertir los resultados adversos, como en el Clausura 2009 contra Tecos –ahora Estudiantes–, recordó Pikolín.

En aquella liguilla los auriazules cayeron en la ida 2-0 ante el cuadro de Zapopan y el partido de vuelta en CU fue angustiante, porque en el primer tiempo no cayeron las anotaciones y fue hasta el complemento cuando lograron remontar para terminar 3-0; avanzaron a la siguiente fase y fueron campeones, comentó.

El portero Alejandro Palacios comparte la misma esperanza que su hermano gemelo: No es imposible repetir la historia del año pasado. Son dos goles, pero tenemos tiempo para alcanzarlos.

Comentó lo anterior para disminuir la tensión, aunque luego aceptó que hay una presión compartida, tanto para la delantera como para la defensa.

Recibir o no anotar, nos mete en aprietos, porque si los atacantes de Santos consiguen marcar antes eso, puede convertirse en sentencia de muerte para Pumas. Un gol puede ser complicado, refirió.

En estas condiciones, a la UNAM no le queda sino salir a morirse en la cancha, a inspirarse del espíritu de CU y de la afición auriazul. Mantener la fe, como contra Tecos, aunque la realidad esté con Santos, puntualizó.