Jueves 6 de mayo de 2010, p. 29
Cancún, QR. Irene García May, hija de un ejidatario de Chiquilá, localidad ubicada al norte de Quintana Roo, se recupera en el hospital general de Cancún, luego de escapar (la noche del lunes) de un cenote donde sus secuestradores la tiraron al darla por muerta. La mujer permaneció en el agujero al menos dos días, al lado de tres cuerpos en descomposición que estaban atados de pies y manos, al parecer arrojados ahí por la misma banda de plagiarios. García May estuvo secuestrada casi 40 días y relató a la policía que sus captores la mantuvieron con los pies atados y los ojos vendados.