Activistas buscaban manifestarse por los hechos de Copala
Según la agencia Dpa, le gritaron asesino
y terrorista de Estado
Martes 4 de mayo de 2010, p. 7
Berlín, 3 de mayo. El presidente Felipe Calderón Hinojosa realizó una rápida visita a la Puerta de Brandeburgo, luego de asistir al museo Martin-Gropius-Bau, donde inauguró una muestra retrospectiva dedicada a la pintora Frida Kahlo.
Según la agencia de noticias alemana Dpa, en ese lugar se concentró un grupo de activistas alemanes y argentinos, quienes le gritaron asesino
y terrorista de Estado
por el reciente ataque a defensores de derechos humanos en San Juan Copala, Oaxaca.
Sin embargo, la Presidencia de la República aclaró que no ocurrió así. Lo cierto es que policías alemanes se apostaron y evitaron que una docena de integrantes del Comité de Solidaridad con los Pueblos en Resistencia en América Latina (Cospral), quienes portaban pancartas, hicieran su protesta cuando llegaba el mandatario mexicano.
Inconformes por el asesinato de la mexicana Beatriz Alberta Cariño Trujillo y el finlandés Jyri Antero Jaakkola, durante una emboscada perpetrada por presuntos grupos paramilitares, exigieron una investigación al gobierno calderonista.
Rodeado por una decena de escoltas, Calderón había hecho antes una caminata de siete minutos a la Puerta de Brandeburgo, frente a turistas que observaban el despliegue de seguridad y de vehículos. Nadie quería perderse la fotografía frente al símbolo de la reunificación alemana. El jefe del Estado Mayor Presidencial, Jesús Castillo, guardó el uniforme militar y, vestido de traje gris, posó al lado del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
A las 16:10 (hora local), el Presidente y su esposa Margarita Zavala habían descendido de una limusina oscura a la entrada del hotel, donde minutos antes se colocó una impecable alfombra roja para recibir al visitante.
El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, le dio la bienvenida; luego, juntos avanzaron unos metros y se detuvieron frente al mapa de la plaza, donde el anfitrión dio a sus huéspedes una detallada explicación en inglés de los edificios y monumentos que los rodeaban.
Márgara
, llamaba el Presidente a su esposa para que juntos posaran para los fotógrafos al lado de Wowereit; luego comentó a la prensa que Berlín refleja el espíritu constructivo. Es un lugar muy querido por nosotros
, dijo.
La jornada del mandatario mexicano se inició en el palacio de Bellevue. Después de pasar revista a militares y marinos alemanes, junto con el presidente Horst Köhler, saludó a un grupo de mexicanos que fueron convocados para darle la bienvenida.
Oraciones desde Alemania
Ahí, Yolanda Meyer, mexicana residente en Berlín, le dijo: Que Dios lo bendiga, Jesucristo lo ayude. Estamos orando mucho por usted
, lo que agradeció el mandatario.
Después, Meyer comentó a la prensa que le dio este mensaje para infundirle ánimos en su lucha contra la delincuencia, tarea que le está costando mucho trabajo
, y comparó con el intento de desaparecer una plaga.
A su vez, la maestra Julieta Palafox explicó: Tengo que venir al extranjero para poderlo conocer. Las personas de México no tienen la oportunidad de acercarse, pero nosotros sí
.
Esto a propósito de que sus alumnos de la escuela Joan Miró mostraron al Presidente una manta con un águila pintada. ¿Y tú te sabes la historia de la bandera?
, le preguntó el mandatario a un niño, quien asintió con la cabeza. Incrédulo, Calderón todavía insistió: ¿De verdad te la sabes?
Su siguiente actividad se realizó en el Monumento de la Nueva Guardia, donde colocó una ofrenda floral enfrente de la escultura de una madre con su hijo muerto en brazos, en homenaje a las víctimas del fascismo, de la guerra y de la tiranía, sin distinción de nacionalidades.
Con mariachis, Calderón hizo la inauguración protocolaria de la muestra retrospectiva de Frida Kahlo. Ahí estuvo acompañado por los gobernadores de Tlaxcala, Héctor Ortiz; de Baja California Sur, Narciso Agúndez, y de Tabasco, Andrés Granier. En el acto, el titular del Ejecutivo resaltó que la pintora es una mexicana universal que amó a su padre, Guillermo Kahlo, de quien –bromeó– traigo conmigo
una copia de su certificado de naturalización como mexicano.
Con una cena con el presidente Horst Köhler, el mandatario mexicano concluyó su visita y después emprendió el viaje de regreso a México.