Berlín, 2 de mayo. El profesor mexicano en informática Raúl Rojas, así como su equipo del Instituto de Inteligencia Artificial de la Universidad Libre de Berlín, desarrollaron un prototipo de automóvil que se maneja solamente con los ojos.

El invento podría suponer toda una revolución para la conducción y tener aplicaciones más allá de la ciencia, para la vida cotidiana de personas afectadas por algún tipo de parálisis, por ejemplo.

Como se pudo ver durante una demostración seguida por la prensa de todo el mundo en el área del antiguo aeropuerto de Tempelhof en Berlín, el manejo es posible gracias a un complejo software del que está dotado el automóvil, llamado EyeDriver, explicaron los científicos en un comunicado.

Se trata de una aplicación prototipo para el manejo del automóvil de investigación Spirit of Berlín, mediante movimientos de los ojos, desarrollado por informáticos de la Universidad Libre en colaboración con la firma SMI (Senso Motoric Instruments).

El software funciona convirtiendo los movimientos de los ojos del chofer en señales de dirección para el volante. El conductor puede así dirigir el automóvil, aunque no controlar su velocidad, ya que ésta no forma parte del sistema EyeDriver.

Para captar y seguir el movimiento de los ojos se utiliza un sistema de la firma SMI, conocido como HED4, una especie de casco protector dotado de dos cámaras y un infrarrojo LED, así como una laptop con un software especial.

Mientras una de las cámaras está dirigida hacia delante y con ello refleja la perspectiva del portador del casco –la conocida como cámara de escena–, la segunda sirve para filmar un ojo del portador.

La luz infrarroja funciona para apoyar la cámara del ojo y se dirige hacia el ojo observador.

Para posibilitar un ángulo de observación adecuado para la cámara del ojo, sin limitar la vista del portador, se utiliza un espejo transparente que refleja ligeramente el infrarrojo, explicaron los creadores.

Una pequeña calibración permite el software de la laptop del HED4 no sólo adoptar la posición de la pupila en la cámara ocular, sino calcular en qué posición mirar el portador a la cámara de escena. Esa coordinación se transmite mediante un LAN a la computadora a bordo del automóvil Spirit of Berlin.

El software EyeDriver a bordo del automóvil recibe las posiciones de vista y las utiliza para mover el volante.

Además, el sistema permite elegir entre dos modos de conducción: una libre y otra de elección de un camino.

El primero acopla las posiciones de mirada directamente al motor del volante, lo que significa que el movimiento de los ojos se refleja en movimientos directos del volante.

Sin embargo, no se puede controlar la velocidad, la cual se confirma de antemano en una constante. ¿Y qué ocurre si el chofer cierra los ojos? El automóvil se frena automáticamente, por seguridad.

El modo de elección de un camino funciona de forma similar a un GPS: el automóvil se maneja solo la mayoría del tiempo, es decir, se conduce de forma autónoma. Solamente en bifurcaciones, por ejemplo, en cruces, el automóvil frena y pide al conductor que indique la siguiente ruta.

Para ello, el portador del casco debe mirar durante tres segundos a la derecha o a la izquierda. Cuando ello ocurra, el software EyeDriver querría confirmar acústicamente la elección del camino. Con ello, el Spirit of Berlin podrá planear la siguiente ruta y continuar la conducción automática.

Rojas, profesor mexicano de inteligencia artificial, trabaja en el instituto de informática de la Universidad Libre de Berlín desde hace tiempo en el desarrollo de automóviles autónomos.

Con el éxitoso vehículo de investigación Spirit of Berlin, Rojas llegó a la semifinal del concurso Darpa Urban Challenge 2007 en California.

Internacionalmente se hizo conocido por haber creador los robots de futbol, los FU-Fighters.

El equipo de Rojas trabajará a partir de noviembre próximo en la continuación del desarrollo de sistemas de asistencia de conducción y autónomas, en el marco del proyecto AutoNOMOS, bajo la dirección de Tinosch G Ranjineh.

El proyecto forma parte del programa ForMaT del Ministerio alemán de Educación e Investigación (BMBF), con duración de dos años, y el cual tiene el objetivo de prestar una contribución al desarrollo de un sistema de movilidad eficiente, con menos accidentes y sostenible con el medio ambiente.

Entre otros objetivos, uno de los prioritarios es la mejora de la seguridad en las carreteras para reconocer peligros a tiempo y evitar accidentes.